Nuestro amigo Lebowski vive tranquilo y sin demasiadas presiones, ahogado en alcohol y disfrutando de su anonimato.
Un día un grupo de "cobradores" cae en su casa y lo amenazan con robarlo en represalia por las deudas que tiene con ellos.
Lo que no saben estos "cobradores" es que la persona que buscan es el multimillonario Jeff Lebowski, quien comparte únicamente el apellido con nuestro protagonista, que sin dudarlo va a buscar al multimillonario para quejarse por el trato recibido por error.

Pocos días después la novia del millonario es secuestrada y este decide comunicarse con su tocallo para que ayude a encontrarla ya que supone que los culpables son los mismos que atacaron al vago protagonista.

Nuestro Lebowski sale a la carga, recompensa mediante, pero va acompañado de su mejor amigo, un peligro para la sociedad.


La comedia de los hermanos Coen no podría catalogarla como brillante, aunque tiene momentos geniales.
El humor es permanente y las situaciones se suceden sin respiro.

Grandes actuaciones de Bridges, Goodman (soberbio) y Turturro.

El humor ácido y el sarcasmo están a la orden del día, como sucede con cada film de los hermanos, aunque esta sea tal vez más optimista que otras.

Agradable momento nos hacen vivir con este film que si bien tiene momentos de humor simple y popular, apuesta todo al sello inalterable de sus directores, con un guión sin fisuras.