Es necesario ver ésta película para entender que los derechos de los trabajadores de los cuales podemos gozar hoy no fueron regalados.
Y no debemos permitir un paso atrás sino seguir trabajando por mejorarlos. Muchos lucharon por conseguirlos, incluso algunos perdieron su vida.

Es Historia de nuestro país, negra e impune, ya que Fraga, entonces Ministro de la Gobernación y Martín Villa, Ministro de Relaciones Sindicales, fueron los inductores de tal masacre. La policía armada, su brazo ejecutor. Y nadie ha sido juzgado, a día de hoy. Las grabaciones policiales son reales. 43 años de impunidad de estos y sucesivos hechos, que no debemos olvidar. La película los recuerda y los da a conocer a quienes ni los conocían.

Demasiado elegante, diría yo, al no dar nombres, cuando son vox pópuli y siguen indemnes... Aunque supongo que habrá sido por causas ajenas.

Los efectos de sonido y la música de ciertos momentos, recrean la atmósfera con mucho realismo. Sobre todo cuando en ella predomina la percusión, como en los créditos de inicio y climax. O la reverberación captada en la iglesia que te envuelve en la asamblea. Las cargas policiales, espeluznantemente reales. Y detalles como el de la radio de entonces, incluyendo locutores y programas de la fecha, te retrotraen a aquellos tiempos.
La ambientación, vestuario, maquillaje y peluquería, perfectamente enclavado.
La interpretación de Iñigo de la Iglesia e Iñaki Rikarte, magistral. Orgánica y especialmente emocionante. (Sin menospreciar la del resto...).
Muy buena dirección de foto y etalonaje. Consigue el matíz de la época.
No parece una dirección novel.

ENHORABUENA.