Es una película cuyo contenido es fuerte, su mensaje que viene a través de metáforas de nuestro mítico Quijote del siglo XVII a crear conciencia en nuestros días a través de un eco que retumba por un hoyo.

La forma, la estética de la película es cruda, simple, no necesita de ornamentos y es desagradable, muy desagradable, es la esencia del ser humano, la locura, la desesperación, la soledad, y más... Es dura, pero realmente es necesario que así sea porque la vida misma es así, real y dolorosa a veces, desagradable.

No sabemos qué somos capaces de hacer, tanto para lo bueno (porque no todo es desesperación y momentos desagradables, no toda la gente es mala) y para lo malo (porque tampoco somos tan buenos como pensamos o queremos). Ante todo hay algo que siempre podemos elegir, la actitud. Y para ver esta película hace falta actitud, está claro.

No recomiendo verla justo antes o justo después de comer, en serio.

Por lo demás: BRUTAL