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9
7.7
3,341
Drama. Bélico
Huyendo de la guerra civil que asola su país, Jan y Eva Rosenberg, dos músicos, se van a vivir a una isla, completamente apartados del mundo. Llevan una vida sencilla y apacible, preocupados únicamente por la música. Hasta que un día llegan unos soldados y todo cambia radicalmente. La pareja es arrestada bajo la acusación de colaborar con las fuerzas rebeldes. Al frente de la unidad militar que tiene la misión de defender la isla está ... [+]
23 de septiembre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bergman político sin dejar de ser el Bergman universal que conocemos. Con una fotografía magistral (los primeros planos de los rostros de Liv Ullmann y de Max von Sydow hielan el alma) y con un uso notable de la sutileza, "Vergüenza" alcanza la perfección de aquellos filmes que, sin abandonar la estrategia estética ante la vida, socavan los fundamentos de la civilización.
Eva y Jan son un matrimonio que ha intentado huir al máximo de la guerra en la que se ve sumido su país. De este modo Bergman nos plantea unos personajes pasivos ante la política, y, en un sentido profundo del término (Ignoranz macht schuldig!), inocentes.
Es entonces cuando llega la magistralidad. La guerra, como no podía ser de otro modo, los alcanza y los deforma. Y cuando digo los "deforma" me refiero a que anula todas aquellas estructuras sólidas que les configuraban (es decir, daban forma y quizá sentido a su vida) y los sitúan ante la cruda verdad del poder y la astucia.
Eva y Jan son un matrimonio que ha intentado huir al máximo de la guerra en la que se ve sumido su país. De este modo Bergman nos plantea unos personajes pasivos ante la política, y, en un sentido profundo del término (Ignoranz macht schuldig!), inocentes.
Es entonces cuando llega la magistralidad. La guerra, como no podía ser de otro modo, los alcanza y los deforma. Y cuando digo los "deforma" me refiero a que anula todas aquellas estructuras sólidas que les configuraban (es decir, daban forma y quizá sentido a su vida) y los sitúan ante la cruda verdad del poder y la astucia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Jan, cobarde y tierno, incluso algo lánguido y blanducho comprende rápidamente que sobrevivir pasa por no tener integridad, por deshacerse en el polimorfismo del momento. Una de las mejores cosas del film es la conversión de Jan. De necesitar el cariño de Eva constantemente a acabar matando dos hombres y dejando suicidarse a uno. Esta evolución está perfectamente retratada en las escenas finales, las de barco, que se suceden en un silencio elocuente que me hace pensar que Tárr se inspiró en esta película para hacer "El caballo de Turín" y "Las armonías de Werckmeister".
Eva no se salva, claro, pero no parece captar tan bien la verdad de toda guerra: la supervivencia es la astucia del poder.
Ella nunca había sido tan cobarde como Jan, y esa nobleza la mantiene débil a lo largo del film. Se paraliza ante el cadáver de la criatura (quizá la relación Eva-hijos es un poco simple para una cinéfila feminista), intenta ayudar al soldado escondido y parece incluso comprender a Jacobi, perfecto ejemplo que todo fascista es el fantasma de los sin amor. Eso la lleva a no saber "qué recordar"... lo que hay que recordar es que la civilización es la parábola deforme del poder y la destrucción que, aun pudiendo ser bellos, nunca (o casi nunca) lo son. PELICULÓN SIN DUDA. (De hecho, al verla no dejaba de preguntarme como Ullmann pudo aguantar tantos papelones y tan duros de la mano del señor Bergman...)
Eva no se salva, claro, pero no parece captar tan bien la verdad de toda guerra: la supervivencia es la astucia del poder.
Ella nunca había sido tan cobarde como Jan, y esa nobleza la mantiene débil a lo largo del film. Se paraliza ante el cadáver de la criatura (quizá la relación Eva-hijos es un poco simple para una cinéfila feminista), intenta ayudar al soldado escondido y parece incluso comprender a Jacobi, perfecto ejemplo que todo fascista es el fantasma de los sin amor. Eso la lleva a no saber "qué recordar"... lo que hay que recordar es que la civilización es la parábola deforme del poder y la destrucción que, aun pudiendo ser bellos, nunca (o casi nunca) lo son. PELICULÓN SIN DUDA. (De hecho, al verla no dejaba de preguntarme como Ullmann pudo aguantar tantos papelones y tan duros de la mano del señor Bergman...)