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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Serie de TV. Drama. Thriller Miniserie de TV. 3 episodios. Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos, es un personaje clave de la historia del terrorismo internacional de los años 70 y 80. Considerado por algunos una figura de la extrema izquierda romántica, era, de hecho, un mercenario oportunista que trabajaba para los servicios secretos de cualquier potencia. Además, llegó a formar, al otro lado del Telón de Acero, una organización criminal que estuvo activa durante ... [+]
23 de julio de 2011
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque su carrera comenzó varios años antes, no fué hasta mediados de los noventa cuando el nombre de Olivier Assayas empezó a sonar como el de uno de los directores más interesantes del cine francés. Solo he tenido ocasión de ver una de sus películas, la espléndida Finales de agosto principios de septiembre, un drama emocionante sobre las relaciones humanas. Cuando su cine se ha centrado en este tema es cuando mejor ha funcionado entre la crítica, que, en cambio, ha recibido de peor manera sus intentos de thriller moderno. Con su ultimo trabajo, Carlos, consigue el que seguramente sea el punto más álgido de su carrera, combinando de forma hábil y directa las dos facetas en las que se han movido sus películas hasta ahora.
Con Carlos la frontera que separa la televisión del cine se diluye completamente. Uno no sabe si lo que está viendo es una serie de lujo o una película de larguísima duración. De lo que no cabe duda es que la forma elegida es la más adecuada para contar la historia de uno de los terroristas más famosos, asi como de las tres décadas de historia reciente que engloba.
El relato comienza con un joven Ilich Ramírez, de ideas izquierdistas y revolucionarias, intentando introducirse en la lucha en favor del Frente Popular para la Liberación de Palestina. A partir de ese momento su vida se convierte en una vorágine de acciones armadas, viajes por toda Europa y Oriente Medio, y un ascenso meteórico que culmina con una de sus acciones más publicitadas, el secuestro en Viena de los ministros de la OPEP.
Hasta ese momento el ritmo de la película es arrollador e incluso atropellado. Una sucesión de nombres, fechas y lugares en los que no siempre es fácil situarse tanto en el espacio como en el tiempo. Aun así el director Assayas consigue hacer un retrato exhaustivo de un personaje lleno de aristas, pero con un carisma desbordante.
Con los hechos de Viena la acción no decae, pero si se toma un respiro para narrar de forma detallada durante más una hora el secuestro y todas las decisiones políticas que se tomaron en torno a él. Después de esto, con Carlos convertido ya en una estrella de los medios de comunicación, la trama recupera su velocidad inicial, pero la narración se vuelve algo más confusa, tal vez porque los hechos reales que narra resultan ya de por sí bastante farragosos para el común de los mortales. Además el interés disminuye en cuanto Carlos desaparece de pantalla, y durante una bastante tiempo la historia se pierde en algunos personajes de menor interés.
Es precisamente el éxito arrollador de Carlos el comienzo de su declive. Cuando su presencia mediática ya no interesa a los servicios secretos de los paises que durante años le han dado cobertura. Si hasta ese momento el actor Edgar Ramirez había dado muestras más que sobradas de carisma, presencia física y energía, es al final cuando termina de hacerse con un personaje que es el principal, casi único, motor de una película irregular pero eficaz y enérgica.
ernesto
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