El argumento de Deja Vu es realmente interesante. No, esto es mentira. Lo correcto sería decir que la idea de partida que da pie al desarrollo del guión es interesante. Esto de los saltos en el tiempo para evitar que puedan ocurrir determinados hechos, y como estos saltos en el tiempo afectan al futuro, o sea, al presente. Algo parecido ocurría, mucho mejor contado en Minority Report de Spielberg, solo que allí lo que se modificaba era el futuro.
El problema de Deja Vu es que esta idea se acaba desarrollando sin una mínima lógica (si es que esto es posible). Hay veces que las intervenciones del protagonista en el pasado afectan al futuro (que es al presente), y otras en cambio no, según le apetezca al guionista para hacer avanzar el relato por donde más le convenga. En resumen, que la expresión sin pies ni cabeza, es bastante adecuada.
Menos mal que Tony Scott esta ahí para ofrecernos secuencias trepidantes, tensas, espectaculares y divertidas (como en casi todas sus películas). Para algunos esto resulta insoportable viniendo de este director, pero para los que nos gusta su forma de hacer cine (planos cortos, montaje rápido etc) es suficiente para disfrutar moderadamente de la película.
La presencia de Denzel Whasington es una garantía en cualquier película (la verdad es que por este hombre no pasan los años!!) y la chica Paula Patton es muy guapa, y viendo el papel que tiene, tampoco hay que pedirle más.