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Voto de fresenius:
6
Ciencia ficción. Acción. Drama. Fantástico Godzilla, fuerza destructiva insondable para el hombre, resucita en el Tokio de hoy en día para acosar de nuevo a la civilización. Apremiado por la muerte y la desesperación, Japón deberá encontrar el poder para superar este desafío. Primera película de Godzilla realizada en Japón desde "Godzilla: Final Wars" (2004) de Ryuhei Kitamura. Dirigida por Hideaki Anno ("Evangelion") y Shinji Higuchi ("Attack on Titan"). (FILMAFFINITY)
7 de mayo de 2017
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Desde que en 1954 la productora Toho estrenara “Gojira” (Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo) hasta la fecha de hoy, son 29 las películas sobre el monstruo atómico que han dependido de dicha productora. Luego está “esa cosa” que hizo Roland Emnerich y también la interesante película de Gareth Edwards del año 2004. Pero en estas dos películas la Toho ni pinchó ni cortó. Y también está la versión americana de la película original que fue mutilada al eliminar cualquier referencia antinuclear, pero esa es otra historia.

No es fácil acceder a absolutamente todo el material pero, desde luego, en las 28 películas anteriores sobre Godzilla, clasificadas en tres series (Shōwa, Heisei y Millenium), se ha podido ver de todo. En general son películas que van desde malas a pasables pero que tienen su aquel, muchas son películas malas que molan. Pero cuando llegó el año 2004, en el cincuenta aniversario de la primera película, la ida de olla ya fue muy considerable. Tanto que han tenido que pasar doce años para que la productora retome al monstruo pero borrando definitivamente todo lo anterior. Porque “Shin Gojira” es un reboot de la película original que inicia una nueva serie, que ya veremos cómo acabará llamándose, y de la que también parece que formará parte la película de animación que se anuncia en este año 2017 a cargo de Kobun Shizuno (Knights of Sidonia).

Para esta re-imaginación de la historia original se ha elegido a Hideaki Anno, responsable de la saga Evangelion (una curiosidad para los fans de Ghibli: Hideaki Anno es el seiyū de Jirô Horikoshi en “Kaze Tachinu”, -El viento se levanta, 2013- de Miyazaki) secundado en la dirección por Shinji Higuchi que es conocido por los malamente pasables live-action de “Ataque a los Titanes” y también de más cine de catástrofes. Las líneas básicas de la historia de la primera película se mantienen aquí, el origen del monstruo es diferente pero su aparición es la misma, pero se abandona toda aquella alegoría del desastre nuclear y de su impacto sobre el Japón. Aquí se utiliza la aparición del monstruo para centrarse en desarrollar, casi exclusivamente, las acciones gubernamentales encaminadas a afrontar la crisis y acabar con la criatura, acciones que están relacionadas con todo el aparato burocrático que los japoneses tienen que solventar antes de poder dar el primer disparo por parte de las fuerzas de autodefensa. Ver a los miembros del gobierno con el mono azul de trabajo por y para el pueblo y la ineptitud que muestran desde un principio no puede sino recordar lo ocurrido tras el desastre de Fukushima consecuencia del tsunami del 2011. Pero la crítica no se queda solo aquí, que también aprovechan bien la ocasión para mostrar su hartazgo respecto de la dependencia militar norteamericana o la injerencia de este país en sus asuntos. Y sutilezas hay pocas y sentido del humor mucho. En el asunto americano no se llega ni de lejos al glorioso extremo mostrado en “The Host” (2016) de Bong Joon-ho, pero tiene su gracia la representante “americana” que mandan al Japón, como también la tiene la mala leche con el destino de final de algunos. El grupo de crisis que se forma para encontrar una solución, que incluye al hombre-toalla, que parece una reivindicación continua del día del orgullo friki, es toda una declaración de intenciones sobre dónde está la verdadera solución al ataque del monstruo.

Ahora bien, todo esto no deja de ser más que una lectura entre líneas pues lo que verdaderamente importa es acabar con Godzilla. Lo que ocurre es que si no entras en todo este desarrollo la película puede resultar pesada en su duración, que Godzilla no sale tanto como pudiera parecer. También ocurría así en la película original donde la falta de ritmo era también muy patente. El homenaje a aquella está por todo del film, desde el principio, que es el mismo hasta que aparecen los rótulos ゴジラ, hasta la utilización de la mítica música de Akira Ifukube pasando por el diseño y movilidad del monstruo. También es cierto que hay alguna licencia no vista antes respecto del monstruo, más concretamente en las mutaciones que sufre o en la forma de utilizar el aliento atómico que tampoco es que moleste. Y también en un plano final de la cola del monstruo que deja qué pensar respecto de lo que pueda venir. Se puede pensar que se ha utilizado mucho cgi y es cierto, pero el monstruo sigue siendo en muchas ocasiones una gran marioneta. En cualquier caso, a pesar de que los efectos cantan en ocasiones (es marca de la casa en las películas de Godzilla) el resultado es más que aceptable en las escenas de acción y destrucción.

En definitiva, un relanzamiento japonés de la que es su franquicia por excelencia que resulta interesante y entretenido.
fresenius
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