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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Thriller. Drama Ciudad del Cabo, las calles más peligrosas del mundo. En una Sudáfrica atormentada por el apartheid, dos policías investigan el asesinato de una adolescente, hija de un famoso jugador de rugby local. La joven llevaba aparentemente una vida ordenada, pero los forenses encuentran en su cuerpo restos de una nueva y devastadora droga. Ambos detectives deberán introducirse en el despiadado mundo de las bandas mafiosas dedicadas al tráfico de ... [+]
26 de septiembre de 2014
22 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
129/04(06/09/14) Buena adaptación del best-seller del galo Caryl Ferey, dirigida con gran pulso por su compatriota Jérôme Salle, en lo que es un sugestivo thriller que sabe además exponer una contemporánea radiografía de un convulso país como es Sudáfrica, en el post-apartheid con la raíz en un asesinato se nos enseña la realidad de una nación todavía con las heridas del pasado sangrando, donde las grietas sociales son enormes, donde aún sin la segregación racial los guetos negros siguen existiendo, donde la violencia resulta intrínseca en una sociedad irremediablemente partida, una muy entretenida cinta con trasfondo social.

El escenario principal es Ciudad del cabo en la Sudáfrica actual post-apartheid, con las heridas todavía cicatrizando por el régimen blanco racista. Hay un cruento asesinato de una chica hija de un adinerado, lo investigara el capitán de la policía Ali Sokhela (buen Forrest Whitaker), tipo de mediana edad traumatizado por hechos de su infancia con las fuerzas opresoras del apartheid, junto a él Dan Fletcher (correcto Conrad Kemp), tipo afable casado con una mujer que combate el cáncer, también está en las indagaciones Brian Epkeen (buen Orlando Bloom) , un tipo de vuelta, alcohólico, promiscuo sexual, divorciado y con un hijo. Rastros de una extraña droga en la asesinada lleva a los policías a adentrarse en un oscuro caso con raíces en el nefasto apartheid.

El libro de Caryl Ferey se inspira libremente en el caso real del Proyecto Costa, un programa de armas biológicas y químicas ideado por el régimen de la Sudáfrica del apartheid, que combatió infectando a la población de color de 1981 a 1993, fue Wouter Basson, apodado “Doctor Muerte”, médico personal del presidente Pieter Botha, fue el encargado de desarrollar el proyecto en secreto, Basson en un documental años después llegó a decir cínicamente que lo más divertido que hizo en su vida. Basson en 2002 tras un juicio fue amnistiado, el gobierno de Sudáfrica apeló, en 2005 se dio luz verde a su juicio por crímenes contra la humanidad, sin embargo aún no ha habido juicio.

Guionizan el propio director y Julien Rappeneau (“Largo Winch”), partiendo de la idea de un clásico thriller, con suspense, misterio, acción, protagonistas atormentados, arranca en un asesinato que a medida que se desmadeja se nos muestra la realidad de la Sudáfrica post-segregación racial, donde la paz social dista mucho de estar presente, la brecha entre ricos y pobres es enorme, donde unos pocos son pudiente y unos muchísimos pasan escaseces y viven en el umbral de la miseria, y en estas condiciones el caldo para el terror y el crimen es esperable, es una denuncia sobre como la política de perdón tras el apartheid fue un parche, se ataca como la Comisión de la Verdad y Reconciliación amnistió a todos los criminales estatales se hizo para evitar una guerra civil, pero esto dejó libres a muchos sociópatas xenófobos. Se nos presenta un país salvaje, violento, de instintos básicos, con viviendas ultraprotegidas, de prostitutas, de drogas, donde las armas circulan libremente, donde todavía los tentáculos enraizados en las instituciones gubernamentales intentan tapar sus fechorías, tocando temas como el perdón, la frustración sexual, la injusticia social, el alcoholismo, los sentimientos de culpa, la redención o el racismo. Todo esto se lleva a cabo con un ritmo fluido, con situaciones bien hiladas, con buenos diálogos, con giros atractivos, con escenas de acción muy bien rodadas, con secuencias impactantes, con tiroteos, explosiones, persecuciones, ello en un increscendo dramático sugerente, hasta desembocar en un clímax final brillante. Con una buena delineación de protagonistas, con secundarios algo menos vistosos pero que dan apoyo útil. Con todo esto nos da un notable lienzo de la Suidáfrica actual, en un tono triste y melancólico.

La puesta en escena se erige en un pilar fundamental para hacer protagonista a Sudáfrica, con un espléndido diseño de producción de Laurent Ott (“Syriana”, “Diarios de Una Motocicleta” o “La Escafandra Y La mariposa”), recreando un mosaico multicolor sudafricano, con parques, urbanizaciones de la alta sociedad, guetos deprimentes o playas desoladas, y esto realzado por la fenomenal fotografía de Dennis Rouden (“Largo Winch”, “El Secreto De Anthony Zimmer” o “Asuntos Pendientes”), jugando con los contrastes de luz, espectacular la escena de la playa donde el sol nos inunda y sofoca, y esto atomizado en el tramo final en el desierto, de patinados cálidos, acentuando la pobreza en los interiores, y esto acunado en la deliciosa música de Alexandre Desplat (“El Discurso del Rey”, “El Escritor” o “Argo”).

Forest Whitaker realiza una interpretación de gran intensidad, un tipo atormentado, taciturno, que combate sus demonios internos con estoicidad, y serenidad, imprimiendo gran humanidad y matices a su compleja personalidad. Orlando Bloom es la sorpresa agradable del film, se despoja de su imagen de pimpollo indespeinable, dejándonos un rol de tipo duro, cínico, ajado, rebelde, insatisfecho, nihilista, con carisma, aportando un lenguaje gestual apropiado a su desaliñada personalidad. Y entre los dos se establece una notable química que se enriquece de sus diferentes imperfecciones, de su soledad patológica, son exponentes de la nueva Sudáfrica, el tipo negro con un pasado marcado por la angustia del racismo, y el tipo blanco despreocupado, que intenta hacer borrón con el pasado.

Tampoco es que sea redonda, es que he leído críticas que la atacaban furibundamente, y yo que he leído el libro me parece una aceptable adaptación, pero tampoco es que sea redonda, le falta desarrollo a los secundarios, asimismo le falta más peso en los villanos que se nos presentan casi como de formas nebulosas, con lo que el duelo entre el bien y el mal queda un tanto desdibujado. (continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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