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Voto de TOM REGAN:
7
6.6
1,427
Thriller
La historia de Ciro Di Marzio, uno de los protagonistas de la serie "Gomorra". Es 1980, la tierra tiembla, el edificio se derrumba y el único que sobrevive es un bebé recién nacido: se llama Ciro Di Marzio pero, a partir de ese día, todos lo llamarán 'el Inmortal'. Desde Nápoles en los años 80 hasta un pasado reciente, la película cuenta los orígenes y la formación de uno de los personajes más queridos de la aclamada serie sobre la ... [+]
19 de junio de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
223/23(12/06/21) Sugerente film que hará las delicias de los seguidores de una de las mejores series del SXXI (y he visto muchas), por supuesto me refiero a la serie creada por Roberto Saviano “Gomorra”. Este un spin-off sobre el icónico Ciro “El Inmortal” (de ahí el título), que en la tercera temporada (de las cuatro que van, y está en camino la quinta) era disparado en el cuerpo por su amigo Genaro y lanzado al mar en el Golfo de Nápoles, impactando con ello al espectador que no daba crédito a la pérdida del carismático protagonista. Puedes ver la cinta como ente independiente, pero realmente la disfrutaras si has visto toda la serie, comprenderás a los roles mejor, y además, que razón vas a tener para esta película si no es por “Gomorra”?
Aquí dirige precisamente en su debut en un largometraje, Marco D'Amore, el actor que da vida a Ciro, ya había hechos sus pinitos en la realización con dos episodios de la cuarta temporada, ello con un guión que ha pasado por muchas manos, de Leonardo Fasoli, Maddalena Ravagli, Marco D'Amore (los tres ya habían guionizado capítulos de la serie), Francesco Ghiaccio y Giulia Forgione, cuando la historia precisamente es muy sencilla, adolece de la ambigüedad moral de la serie, más enfocada a mitificar a Ciro. Hay sus dos niveles, por un lado precuela, donde seguimos a Ciro desde su nacimiento donde se dio origen a su apodo al salvarse de morir durante un terremoto y en el presente con Ciro enrolado en la camorra, enviado a Letonia como intermediario de los narcos transalpinos. Las dos historias paralelas se van entrelazando conforme sucediendo acontecimientos, ello con inteligencia diáfana. Teniendo entre lo bueno que es capaz D’Amore la creación de un halo fatalista desesperanzador que cae sobre los personajes. Ello en un relato que discurre de modo sereno, con chispazos impactantes de acción, donde cuenta la deconstrucción de los protagonistas, sus motivaciones, sus anhelos, sus frustraciones, y como Ciro ha llegado a ser una cáscara vacía de sentimientos.
Un thriller que no le llega ni de lejos al Totém de la serie (pero es que esta es un 10), pero si es un buen aperitivo (completista) para mantener el hálito de lo que aún está por venir. Aun así, es un thriller más que interesante, que te va calando en su sordidez, en sus ambientes cargados de desánimo, con diálogos cortantes e inteligentes, dejando algunas sabrosas frases de por medio, con un crescendo dramático incisivo, se tocan temas como los fantasmas del pasado, la amistad, la lealtad, las relaciones paterno-filiales, el primer amor, el honor, los sacrificios, o los sueños de grandeza. Ello en un microcosmos cargado de lo sombrío, de amargura, marcado por el sino de la pérdida para Ciro, donde van desapareciendo de su mundo todas las personas importantes desde que era bebe y murió su madre.
A lo largo de la película hay flashbacks de la vida temprana de Ciro en Nápoles. Ciro había sido rescatado cuando era un bebé del terremoto de Nápoles de 1980 en el que murió su familia, ello reflejado en una espectacular escena, con esa apocalíptica imagen de la madre abrazada a al bebe Ciro, tragada por el suelo. Cuando era niño (Giuseppe Aiello) fue enviado a un orfanato, cayendo bajo la influencia de Bruno (Gianni Vastarella), un delincuente de poca monta que controlaba una banda callejera de ladrones de niños y colaboró con el gangster y contrabandista napolitano 'Blackbird', ello en una sub trama que me recuerda bastante a la de la dickensiana “Oliver Twist”, con Bruno ejerciendo de Fagin y por supuesto Ciro de Oliver. Bruno tiene una bella novia en la cantante Stella (Martina Attanasio), de la que Ciro se siente prendado. Pues con Bruno, con el que había perdido el contacto durante tiempo, vuelve a reencontrarse con él en Letonia (ahora encarnado por Salvatore D'Onofrio), que es el nexo de unión (aparte de Ciro) con los dos tiempos. Allí Ciro se encontrará en medio de una batalla entre letones y ruskies, en un claro símil de las ambiciones expansionistas de los rusos. Ello donde el nihilismo y la aparente ataraxia del solitario (me encanta que no nos cuelen un pasteloso y manido romance) Ciro tendrán muchos que ver, un tipo marcado a fuego por el pasado.
Ciro Di Marzio en el pasado es un niño con esperanzas, que hace el tránsito a criminal en una notable escena de edición con el tema de Children ov Babilon del 99 de mayo. Encuentra en Bruno esa figura paterna que le falta, y más tarde en Stetella a la madre-amor que no ha tenido, es lo que le mueve, formar parte de esta peculiar familia disfuncional. En el presente es ese tipo que todos conocemos de la serie, un ser lacónico, taciturno, carcomido por los errores del pasado, lo cual le hace más peligroso al no tener nada que perder, llega a decir sobre su soledad autoimpuesta, "Las personas como nosotros no pueden tener una familia" (los seguidores de la serie sabemos lo que pasó con su esposa e hija, brutal). En Letonia haya la letanía de ese pasado ilusionante en Bruno. Tipo en este film se aleja de la complejidad de la serie, aquí es el héroe arrollado por complots, bandas enemigas y traidores, actuará de modo noble pues solo lo vemos acabar con gente amoral, nunca con inocentes o polis. Marco D’Amore simplemente es Ciro (de mayor) imponente, mimetizado con su rol hierático, con esa mirada vacía, esa pose, ese modo de fumar, de caminar, formidable encarnación; Giuseppe Aiello como el Ciro niño desborda energía y naturalidad en su relación con su nueva ‘familia’; Gianni Vastarella como el Bruno joven impregna a su personaje de contradicciones, en como se convierte en un cariñoso tutor para Ciro y a la vez tiene grandes debilidades; Salvatore D'Onofrio como el Bruno mayor da a su rol melancolía y sensación de estar de vuelta; Martina Attanasio como la dulce Stella, baña de ternura cada una de sus intervenciones, teniendo una gran química con el peque Ciro.
Aquí dirige precisamente en su debut en un largometraje, Marco D'Amore, el actor que da vida a Ciro, ya había hechos sus pinitos en la realización con dos episodios de la cuarta temporada, ello con un guión que ha pasado por muchas manos, de Leonardo Fasoli, Maddalena Ravagli, Marco D'Amore (los tres ya habían guionizado capítulos de la serie), Francesco Ghiaccio y Giulia Forgione, cuando la historia precisamente es muy sencilla, adolece de la ambigüedad moral de la serie, más enfocada a mitificar a Ciro. Hay sus dos niveles, por un lado precuela, donde seguimos a Ciro desde su nacimiento donde se dio origen a su apodo al salvarse de morir durante un terremoto y en el presente con Ciro enrolado en la camorra, enviado a Letonia como intermediario de los narcos transalpinos. Las dos historias paralelas se van entrelazando conforme sucediendo acontecimientos, ello con inteligencia diáfana. Teniendo entre lo bueno que es capaz D’Amore la creación de un halo fatalista desesperanzador que cae sobre los personajes. Ello en un relato que discurre de modo sereno, con chispazos impactantes de acción, donde cuenta la deconstrucción de los protagonistas, sus motivaciones, sus anhelos, sus frustraciones, y como Ciro ha llegado a ser una cáscara vacía de sentimientos.
Un thriller que no le llega ni de lejos al Totém de la serie (pero es que esta es un 10), pero si es un buen aperitivo (completista) para mantener el hálito de lo que aún está por venir. Aun así, es un thriller más que interesante, que te va calando en su sordidez, en sus ambientes cargados de desánimo, con diálogos cortantes e inteligentes, dejando algunas sabrosas frases de por medio, con un crescendo dramático incisivo, se tocan temas como los fantasmas del pasado, la amistad, la lealtad, las relaciones paterno-filiales, el primer amor, el honor, los sacrificios, o los sueños de grandeza. Ello en un microcosmos cargado de lo sombrío, de amargura, marcado por el sino de la pérdida para Ciro, donde van desapareciendo de su mundo todas las personas importantes desde que era bebe y murió su madre.
A lo largo de la película hay flashbacks de la vida temprana de Ciro en Nápoles. Ciro había sido rescatado cuando era un bebé del terremoto de Nápoles de 1980 en el que murió su familia, ello reflejado en una espectacular escena, con esa apocalíptica imagen de la madre abrazada a al bebe Ciro, tragada por el suelo. Cuando era niño (Giuseppe Aiello) fue enviado a un orfanato, cayendo bajo la influencia de Bruno (Gianni Vastarella), un delincuente de poca monta que controlaba una banda callejera de ladrones de niños y colaboró con el gangster y contrabandista napolitano 'Blackbird', ello en una sub trama que me recuerda bastante a la de la dickensiana “Oliver Twist”, con Bruno ejerciendo de Fagin y por supuesto Ciro de Oliver. Bruno tiene una bella novia en la cantante Stella (Martina Attanasio), de la que Ciro se siente prendado. Pues con Bruno, con el que había perdido el contacto durante tiempo, vuelve a reencontrarse con él en Letonia (ahora encarnado por Salvatore D'Onofrio), que es el nexo de unión (aparte de Ciro) con los dos tiempos. Allí Ciro se encontrará en medio de una batalla entre letones y ruskies, en un claro símil de las ambiciones expansionistas de los rusos. Ello donde el nihilismo y la aparente ataraxia del solitario (me encanta que no nos cuelen un pasteloso y manido romance) Ciro tendrán muchos que ver, un tipo marcado a fuego por el pasado.
Ciro Di Marzio en el pasado es un niño con esperanzas, que hace el tránsito a criminal en una notable escena de edición con el tema de Children ov Babilon del 99 de mayo. Encuentra en Bruno esa figura paterna que le falta, y más tarde en Stetella a la madre-amor que no ha tenido, es lo que le mueve, formar parte de esta peculiar familia disfuncional. En el presente es ese tipo que todos conocemos de la serie, un ser lacónico, taciturno, carcomido por los errores del pasado, lo cual le hace más peligroso al no tener nada que perder, llega a decir sobre su soledad autoimpuesta, "Las personas como nosotros no pueden tener una familia" (los seguidores de la serie sabemos lo que pasó con su esposa e hija, brutal). En Letonia haya la letanía de ese pasado ilusionante en Bruno. Tipo en este film se aleja de la complejidad de la serie, aquí es el héroe arrollado por complots, bandas enemigas y traidores, actuará de modo noble pues solo lo vemos acabar con gente amoral, nunca con inocentes o polis. Marco D’Amore simplemente es Ciro (de mayor) imponente, mimetizado con su rol hierático, con esa mirada vacía, esa pose, ese modo de fumar, de caminar, formidable encarnación; Giuseppe Aiello como el Ciro niño desborda energía y naturalidad en su relación con su nueva ‘familia’; Gianni Vastarella como el Bruno joven impregna a su personaje de contradicciones, en como se convierte en un cariñoso tutor para Ciro y a la vez tiene grandes debilidades; Salvatore D'Onofrio como el Bruno mayor da a su rol melancolía y sensación de estar de vuelta; Martina Attanasio como la dulce Stella, baña de ternura cada una de sus intervenciones, teniendo una gran química con el peque Ciro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Visualmente el director saca partido a la estética del primer encuentro de Ciro con la mafia letona, se produce en medio de un bosque, donde hay amontonados cual muro de Juego de Tronos una pared imponente de troncos cortados, empequeñeciendo a los personajes, la naturaleza engullendo a los hombres. La Naturaleza circularmente aparece de marco para el clímax final, ello en contraste con las urbanitas ‘aventuras’ del Ciro niño; Por cierto, la música vuelve (como la serie) a ser obra del grupo italiano Mokadelic, reversionando algunos temas de la serie, con la inclusión de temas ochenteros.
Spoiler:
En la secuencia de apertura, se nos cuenta cómo Ciro fue rescatado del mar, tras ser disparado por su amigo Genna, empujado por una banda enemiga, y donde Ciro se sacrificó por él (“Eres hijo de príncipes”, le dice). Lo vemos hundirse en las aguas del mediterráneo. Pero entonces, en la película nos dicen que llegó a ser rescatado de las aguas por unos pescadores (cual Jason Bourne), revive, la bala no llegó por poco al corazón. Pero esto me queda muy forzado e inverosímil. Pues, como he dicho, está la imagen de Ciro siendo tragado por la profundidad del mar, como puede ser rescatado por los pescadores, tendrían muy poco tiempo para que no se ahogara, y no digamos me resulta complicado pensar en unas redes a tanta profundidad, y con el barco de los malos al lado debiera haber sido. Me queda la impresión de que nunca fue intención de la serie revivir a Ciro, fue algo a posteriori ideado por D’Amore, pero tenían el inconveniente de este final, y para aceptar la premisa hay que aceptar la licencia de saltarte lo verosímil.
- El coraje no se compra.
- Lo mío no es coraje. Es que no tengo nada que perder.
“La muerte ha estado conmigo toda mi vida. No tengo miedo de morir".
“En la vida siempre existe la posibilidad de elegir. Lo difícil es volver atrás”. (Ciro)
Emocionante epílogo con un mercedes llegando frente a la nave del puerto donde está Ciro, Ciro se acerca y mira a lo lejos, del coche se baja… Gennaro, los dos cual pistoleros se miran fijamente, el rostro de Ciro se estremece, y los dos comienzan a caminar para llegar a abrazarse (supongo, pues se corta y finaliza el film).
Me queda una película entretenida, pero sobre todo una delicia (sin ser grandiosa) para los fans de la Homérica serie. Fuerza y honor!!!
7
Spoiler:
En la secuencia de apertura, se nos cuenta cómo Ciro fue rescatado del mar, tras ser disparado por su amigo Genna, empujado por una banda enemiga, y donde Ciro se sacrificó por él (“Eres hijo de príncipes”, le dice). Lo vemos hundirse en las aguas del mediterráneo. Pero entonces, en la película nos dicen que llegó a ser rescatado de las aguas por unos pescadores (cual Jason Bourne), revive, la bala no llegó por poco al corazón. Pero esto me queda muy forzado e inverosímil. Pues, como he dicho, está la imagen de Ciro siendo tragado por la profundidad del mar, como puede ser rescatado por los pescadores, tendrían muy poco tiempo para que no se ahogara, y no digamos me resulta complicado pensar en unas redes a tanta profundidad, y con el barco de los malos al lado debiera haber sido. Me queda la impresión de que nunca fue intención de la serie revivir a Ciro, fue algo a posteriori ideado por D’Amore, pero tenían el inconveniente de este final, y para aceptar la premisa hay que aceptar la licencia de saltarte lo verosímil.
- El coraje no se compra.
- Lo mío no es coraje. Es que no tengo nada que perder.
“La muerte ha estado conmigo toda mi vida. No tengo miedo de morir".
“En la vida siempre existe la posibilidad de elegir. Lo difícil es volver atrás”. (Ciro)
Emocionante epílogo con un mercedes llegando frente a la nave del puerto donde está Ciro, Ciro se acerca y mira a lo lejos, del coche se baja… Gennaro, los dos cual pistoleros se miran fijamente, el rostro de Ciro se estremece, y los dos comienzan a caminar para llegar a abrazarse (supongo, pues se corta y finaliza el film).
Me queda una película entretenida, pero sobre todo una delicia (sin ser grandiosa) para los fans de la Homérica serie. Fuerza y honor!!!
7