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Voto de TOM REGAN:
6
7.7
14,041
Western
Un pistolero llamado Cole Thornton (John Wayne) acude a El Dorado por encargo de poderoso terrateniente, Bart Jason. El cacique le ofrece un trabajo: expulsar de unas tierras próximas a una familia de granjeros, los McDonald. Thornton acaba rechazando el encargo a instancias de Jean Paul Harrah (Robert Mitchum), el sheriff de El Dorado y viejo amigo de Cole. Tiempo después, Thornton se entera de que otro pistolero ha aceptado el trabajo ... [+]
18 de marzo de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
36/01(03/03/19) Western sobrevalorado del prestigioso del prestigioso Howard Hawks, en lo que fue su penúltima realización (la última fue “Rio Lobo”, 1970), con unos personajes arquetípicos, y con escenas de acción rutinarias, donde la mayor parte de la película acontece de noche y en interiores para ahorrar costes (y se nota). Escrita por Leigh Brackett (“Hatari! O “El Imperio contraataca”) y basada libremente en la novela “The stars in hercourses” (1960) de Harry Brown, que se inspiró en un poema-balada (spoiler) homónimo (que parafrasea en varios ocasiones el personaje encarnado por James Caan) al título del film de Edgar Allan Poe película que trata sobre un pistolero que acude en ayuda de un viejo amigo, un sheriff alcohólico que lucha por defender a un ranchero y su familia contra otro ranchero que intenta robar su agua. Brown el escritor quedó tan desilusionado con el resultado final, que pidió que su novela fuera excluida de los créditos, favor que no se le concedió, porque ya había firmado el usual contrato “con derecho a las modificaciones que se consideren necesarias”. Como en Hawks era mantra habitual trata temas sobre machos Alfa, mucha testosterona, donde las mujeres suelen ser floreros percha de los hombres, donde se versa sobre la lealtad, la vocación de profesional, el sentido del deber, el individualismo, la libertad personal, la venganza, pero sobre todo es la exaltación de la amistad. La cinta tiene una rémora y es que es un plagio innecesario, y sin aportar nada nuevo, ni mejorar (si acaso la inclusión de Robert Mitchum y James Caan) a la que copia, por supuesto me refiero la también hawksiana “Rio Bravo” (1959), y que volvería a fotocopiar en la última dirección del mismo director, “Rio Lobo” (1970), donde el nexo común, además de Kawks, es el protagonista John Wayne, en las tres cintas hay un cuarteto de “héroes” sheriff que detiene y encierra en el calabozo a alguien muy importante, y debe impedir que lo liberen los “malos”, ello con la ayuda de un borrachín, de un jovenzuelo, y de un viejo excéntrico, y donde hay una hermosa joven que (inexplicablemente por la diferencia de edad) se enamora de John Wayne. Tiene el aliciente que por primera y única vez se juntan en pantalla Robert Mitchum y John Wayne (estuvieron en el mismo cartel en “El día más largo” 1962, pero no comparten escenas). La película no ha envejecido bien, sintiéndose más como una comedia que como una de tiroteos, pues esta (como he dicho) es ordinaria, donde parece que los actores han disfrutado más que el espectador, quedando en una entretenida propuesta, donde los diálogos y situaciones divagan entre lo ameno y lo rancio, ejemplo es ver a la joven Michele Carey con un papel inverosímil, potenciado por ese peinado cardado anacrónico, y todo aderezado por un final simplista y poco atractivo.. Para hacerse una idea de la “importancia” de la historia, aquí un ejemplo cuando Mitchum dijo: "Cuando Howard me llamó, dije: 'Cuál es la historia?' y dijo: 'No hay historia, solo personajes' (¿?).
La cinta se puede entender más como una película de colegas, donde lo mejor es la construcción de personajes, lástima que su historia sea tan manida. Donde los dos protagonistas son dos veteranos de guerra con achaques de decadencia física, retratándolos con dolores, uno (el interpretado por Wayne) con las punzadas paralizantes en la columna, y el otro (el actuado por Wayne) con dolores post-alcohólicos y llevando muletas, creando con ello tipos clásicos del western crepuscular, y teniendo a un antagonista pistolero elegante y noble en sus maneras profesionales, respetándose los némesis. Todo narrado de un modo relajado, desprovisto de intensidad, con comportamientos chirriantes de algunos personajes, intentando mezclar drama y comedia, con algunos picos sugerentes, y con muchos valles rudimentarios. Tanta dejadez hay en algunos tramos que no le basta con clonar “Rio Bravo”, también auto-plagia una escena de “The Big Sleep” (1946), cuando el rol de John Wayne manda a unos malos a salir a la calle sabiendo que les van a disparar fuera, cosa que ya hacía el Philip Marlowe en el referido film.
John Wayne hace de John Wayne, tipo duro pero noble, amigo de sus amigos y con un estricto código de valores, valiente, estoico y con muy arraigado sentido del deber, y lo borda, aunque los años se le notaban en demasía en algunas situaciones, tanto que tuvo que usar un doble cada cuando tiene que correr de un lado a otro de la calle. Su apellido en la cinta es (nombre Cloe) Thornton, curiosamente (o no) el mismo que tenía en la mítica “El hombre tranquilo” (1952), aunque con nombre de pila diferente (Sean); Robert Mitchum derrocha carisma como el duro y nihilista sheriff J.P. Harrah, emitiendo toda una gama de emociones, y manteniendo y una formidable química con Wayne; James Caan en uno de sus primeros trabajos en cine, como el impulsivo Mississippi, deja impronta de tipo empático, con una deliciosa vis cómica ayudado por ese peculiar sombrero; Christopher George como el mercenario Nelse McLeod deja su sello en la difícil papeleta de enfrentarse a Wayne, con diálogos finos y mordaces; Arthur Hunnicutt como el trompetista ayudante del sheriff Bull, infunde simpatía, pero sin más; Ed Asner es un villano plan o y poco exprimido; Las mujeres son simple muletas de los hombres, Charlene Holt cumple sin alardes como la enamorada de Cole, mientras Michele Carey en el papel de Josephine MacDonald, resulta un personaje grimante, parece salida en su look de un desfile de moda con ese peinado voluminoso totalmente fuera de tiempo, y con una personalidad plana.
La cinta se puede entender más como una película de colegas, donde lo mejor es la construcción de personajes, lástima que su historia sea tan manida. Donde los dos protagonistas son dos veteranos de guerra con achaques de decadencia física, retratándolos con dolores, uno (el interpretado por Wayne) con las punzadas paralizantes en la columna, y el otro (el actuado por Wayne) con dolores post-alcohólicos y llevando muletas, creando con ello tipos clásicos del western crepuscular, y teniendo a un antagonista pistolero elegante y noble en sus maneras profesionales, respetándose los némesis. Todo narrado de un modo relajado, desprovisto de intensidad, con comportamientos chirriantes de algunos personajes, intentando mezclar drama y comedia, con algunos picos sugerentes, y con muchos valles rudimentarios. Tanta dejadez hay en algunos tramos que no le basta con clonar “Rio Bravo”, también auto-plagia una escena de “The Big Sleep” (1946), cuando el rol de John Wayne manda a unos malos a salir a la calle sabiendo que les van a disparar fuera, cosa que ya hacía el Philip Marlowe en el referido film.
John Wayne hace de John Wayne, tipo duro pero noble, amigo de sus amigos y con un estricto código de valores, valiente, estoico y con muy arraigado sentido del deber, y lo borda, aunque los años se le notaban en demasía en algunas situaciones, tanto que tuvo que usar un doble cada cuando tiene que correr de un lado a otro de la calle. Su apellido en la cinta es (nombre Cloe) Thornton, curiosamente (o no) el mismo que tenía en la mítica “El hombre tranquilo” (1952), aunque con nombre de pila diferente (Sean); Robert Mitchum derrocha carisma como el duro y nihilista sheriff J.P. Harrah, emitiendo toda una gama de emociones, y manteniendo y una formidable química con Wayne; James Caan en uno de sus primeros trabajos en cine, como el impulsivo Mississippi, deja impronta de tipo empático, con una deliciosa vis cómica ayudado por ese peculiar sombrero; Christopher George como el mercenario Nelse McLeod deja su sello en la difícil papeleta de enfrentarse a Wayne, con diálogos finos y mordaces; Arthur Hunnicutt como el trompetista ayudante del sheriff Bull, infunde simpatía, pero sin más; Ed Asner es un villano plan o y poco exprimido; Las mujeres son simple muletas de los hombres, Charlene Holt cumple sin alardes como la enamorada de Cole, mientras Michele Carey en el papel de Josephine MacDonald, resulta un personaje grimante, parece salida en su look de un desfile de moda con ese peinado voluminoso totalmente fuera de tiempo, y con una personalidad plana.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La puesta en escena resulta simplemente correcta, con una funcional dirección artística Hal Pereira (“Vértigo” o “Desayuno con diamantes”), y Carl Anderson (“El loco del pelo rojo” o “Hatari!”), rodando en Utah (Kanab), Ariziona (en Studio en Old Tucson; Desierto de Sonora; Sierrita Mountains; Fairbank; San Pedro River; Santa Cruz River; Canelo; Tucson Mountains; Fredonia; Ironwood Forest National Monument; Picacho Peak State Park; San Xavier), y en los Paramount Studios de Hollywood-Los Ángeles; esto filtrado por la cinematografía en technicolor de Harold Rosson (“El Mago de Oz” o “Cantando bajo la lluvia”), filmando sobre todo en los dos tercios últimos en interiores, con contrastes luminosos que pretenden proyectar melancolía, pero sin dejar especial huella; De la música destaca la nostálgica canción que acompaña los créditos iniciales (adornados con pinturas en los créditos del artista Olaf Wieghorst, que hace breve aparición como Swede Larsen) “El Dorado” interpretada por George Alexander.
Los paralelismos con “Rio Bravo” son diáfanos: Empezando por un pueblo similar/ Como he mencionado arriba hay cuatro “héroes” que tienen en el calabozo a un malo malísimo esperando a que llegue el juez/ El cuarteto son clones de personalidades de “Río Bravo”, un borracho que lo es porque una mujer lo ha dejado, en la primigenia un pistolero amigo del sheriff, y aquí el sheriff, los dos yendo con el mismo tipo de camiseta raída, en anterior era Dean Martin y aquí se mejora con Mitchum; En las dos son dos sheriff entrados en años con mucho mundo a sus espaldas, los encarnados por Wayne y Mitchum; En las dos hay un advenedizo muchacho que se une a los “héroes”, en la primera actuado por el cantante Ricky Nelson (Colorado), y aquí por James Caan (Mississippi), mejorando bastante los resultados aquí, aunque alteran que Nelson era un genial pistolero y aquí Cann no tiene puntería, y (en un toque de humor delirante) debe llevar una escopeta de cañones recortados; Hay en ambas un tipo muy mayor ayudante del sheriff, los tipos extrovertidos, en la de 1959 encarnado por el gran Walter Brennan, y aquí por Arthur Hunnicutt, aunque bueno este último, Brennan era grandioso/ A este villano intentaran “rescatarlo” un grupo numeroso de sicarios de este/ Gran parte de la trama sucederá entre dos escenarios cerrados, el saloon del pueblo, y sobre todo la comisaria; En las dos los “malos” secuestran a uno de los cuatro para chantajear al sheriff, en la primera a Dean Martin, aquí a Wayne, y en las dos el comportamiento de los “malísimos” resulta idiotesco con tales bazas ganadoras desperdiciándolas; Hay dos mujeres (Angie Dickinson en la primigenia y la ex Miss Maryland de 1956 Charlene Holt en esta) bellas (y floreros) en las dos, que irracionalmente se mojan cierta prenda íntima con el viejo John Wayne;
En la película, Mississippi le da a Sheriff Harrah un brebaje para evitar que siga bebiendo. Los ingredientes incluyen (entre otros) pimienta de Cayena, ipecac (un emético), mostaza, aceite de crotón (que induce diarrea), asafétida (a menudo mal escrita acifedida) y pólvora.
“Ataviado con alegría,
un caballero galante,
entre sol y sombra,
había viajado mucho,
cantando una canción,
en busca de El Dorado.
Pero se volvió viejo
-este valiente caballero-
y sobre su corazón una sombra
cayó cuando él se encontró
sin un pedazo de tierra
que se pareciera a El Dorado.
Y, como sus fuerzas le fallaron en el trayecto,
él encontró una sombra peregrina,
a la que preguntó: "Sombra,
Dónde puede estar la tierra de El dorado?”
"Sobre las montañas de la luna,
bajo el valle de las sombras,
cabalgando, valientemente cabalgando-replicó la sombra-
si tú buscas El Dorado!" (“El Dorado”, escrito por Edgar Allan Poe en 1849)
En conjunto me queda un interesante western con unos actores sugerentes, pero en una historia poco trabajada. Fuerza y honor!!!
Los paralelismos con “Rio Bravo” son diáfanos: Empezando por un pueblo similar/ Como he mencionado arriba hay cuatro “héroes” que tienen en el calabozo a un malo malísimo esperando a que llegue el juez/ El cuarteto son clones de personalidades de “Río Bravo”, un borracho que lo es porque una mujer lo ha dejado, en la primigenia un pistolero amigo del sheriff, y aquí el sheriff, los dos yendo con el mismo tipo de camiseta raída, en anterior era Dean Martin y aquí se mejora con Mitchum; En las dos son dos sheriff entrados en años con mucho mundo a sus espaldas, los encarnados por Wayne y Mitchum; En las dos hay un advenedizo muchacho que se une a los “héroes”, en la primera actuado por el cantante Ricky Nelson (Colorado), y aquí por James Caan (Mississippi), mejorando bastante los resultados aquí, aunque alteran que Nelson era un genial pistolero y aquí Cann no tiene puntería, y (en un toque de humor delirante) debe llevar una escopeta de cañones recortados; Hay en ambas un tipo muy mayor ayudante del sheriff, los tipos extrovertidos, en la de 1959 encarnado por el gran Walter Brennan, y aquí por Arthur Hunnicutt, aunque bueno este último, Brennan era grandioso/ A este villano intentaran “rescatarlo” un grupo numeroso de sicarios de este/ Gran parte de la trama sucederá entre dos escenarios cerrados, el saloon del pueblo, y sobre todo la comisaria; En las dos los “malos” secuestran a uno de los cuatro para chantajear al sheriff, en la primera a Dean Martin, aquí a Wayne, y en las dos el comportamiento de los “malísimos” resulta idiotesco con tales bazas ganadoras desperdiciándolas; Hay dos mujeres (Angie Dickinson en la primigenia y la ex Miss Maryland de 1956 Charlene Holt en esta) bellas (y floreros) en las dos, que irracionalmente se mojan cierta prenda íntima con el viejo John Wayne;
En la película, Mississippi le da a Sheriff Harrah un brebaje para evitar que siga bebiendo. Los ingredientes incluyen (entre otros) pimienta de Cayena, ipecac (un emético), mostaza, aceite de crotón (que induce diarrea), asafétida (a menudo mal escrita acifedida) y pólvora.
“Ataviado con alegría,
un caballero galante,
entre sol y sombra,
había viajado mucho,
cantando una canción,
en busca de El Dorado.
Pero se volvió viejo
-este valiente caballero-
y sobre su corazón una sombra
cayó cuando él se encontró
sin un pedazo de tierra
que se pareciera a El Dorado.
Y, como sus fuerzas le fallaron en el trayecto,
él encontró una sombra peregrina,
a la que preguntó: "Sombra,
Dónde puede estar la tierra de El dorado?”
"Sobre las montañas de la luna,
bajo el valle de las sombras,
cabalgando, valientemente cabalgando-replicó la sombra-
si tú buscas El Dorado!" (“El Dorado”, escrito por Edgar Allan Poe en 1849)
En conjunto me queda un interesante western con unos actores sugerentes, pero en una historia poco trabajada. Fuerza y honor!!!