178/13(15/10/19) Desequilibrado melodrama realizado por el polaco Roman Polanski, que adapta la novela “Tess of the d'Urbervilles: A Pure Woman Faithfully Presented” de 1891 de Thomas Hardy (la obra fue trasladada al teatro con adaptación del propio Hardy, y llevada al cine en tiempos del cine silente bajo la dirección de Marshall Neilan como “Tess of the d'Urbervilles” en 1924), Polanski escribió el guión en francés con su habitual colaborador Gérard Brach (“El nombre de la rosa”), luego fue traducido y ampliado por John Brownjohn (“El pianista”), siguiendo la historia en gran medida la del libro, aunque el papel del depredador sexual Alec d'Urberville está atenuado. Polanski se inspiró para hacer la película con su esposa Sharon Tate, quien le dio una copia de Tess de los d'Urbervilles. Ella dijo que sería una gran película y expresó interés en interpretar el papel de Tess, fue la última vez que Polanski la vio con vida, ya que ella se marchaba de regreso a USA mientras él se quedaba un tiempo más en Europa para terminar de trabajar en una película. Fue asesinada por la familia Manson el 9 de agosto de 1969 mientras él estaba fuera, la película está dedicada a ella ("A Sharon") al principio. “Tess” supuso un cambio de registro para Polanski, al ser su primer film tras su marcha de Estados Unidos a causa de un escándalo sexual, había huido antes de la sentencia y podría haber sido extraditado a USA desde el Reino Unido. Por este motivo la cinta está ambientada en Dorset-Inglaterra, pero la película se rodó en varios lugares de Francia. Ello para un film (que en mi modesta opinión) se convierte en una metáfora de la protagonista, es decir, su belleza y candor es su perdición. Un relato muy sencillo de una joven inocente envuelta en una espiral de desdichas por sus relaciones con hombres, desde su avaricioso padre, el abusivo primo, y el hipócrita marido. Polanski imprime un ritmo lento, que parece extasiado en su propio onanismo visual, no sabe sintetizar y se alarga más que la visita de los suegros, me llega el fatalismo y predestinación de la joven, pero su afán preciosista, su embelesamiento pretencioso hace que tengamos que tragarnos (por ejemplo) como un tipo pasa un riachuelo a tres jóvenes, ello de modo cansino y hastiante, ello solo es una muestra de cómo se alargan secuencias sin más sentido que la petulancia estética. Y es que la recreación del tiempo y lugar es prodigiosa, con claros efluvios al Kubrick de “Barry Lyndon”, al David Lean de “La hija de Ryan”, o a parte de la obra de Visconti, con escenas que son verdaderas obras pictóricas, gracias a la fenomenal fotografía de gran Geoffrey Unsworth, pero durante el tercer mes de rodaje, el 28 de octubre de 1978, Unsworth murió de un ataque al corazón. La mayoría de las escenas había filmado eran exteriores ocurren en la primera mitad de la película. Ghislain Cloquet filmó el resto de la película, incluidas la mayoría de las escenas interiores. Unsworth y Cloquet fueron nominados y ganaron un Oscar a Mejor Fotografía. Todo esto teniendo como gran escaparate a la turbadora Nastassja Kinski, que as sus 17 años tocó techo, con una actuación conmovedora. Film que recibió críticas positivas tras su estreno y fue nominada a seis Oscar, ganando tres por Mejor Fotografía, Mejor Dirección de Arte y Mejor diseño de vestuario, quedándose sin galardón en las categorías a Mejor Película o Mejor Director, siendo la vencedora “Kramer contra Kramer” de Robert Benton.

La película se estrenó en Francia en 1979 con una duración de 186 minutos. Polanski escribe en su autobiografía que sintió que el corte estaba incompleto, se apresuró a cumplir con la fecha de lanzamiento. La película se estrenó en 1980 en los Estados Unidos con una duración reeditada de 170 minutos, versión aprobada de Polanski, que es el que he visto yo.

La cinta está surtida de momentos cargados de lirismo visual epicúreo, ya desde su evocador inicio cuando vemos a Tess y otras jóvenes vestidas de blanco caminando durante la puesta de sol por la campiña inglesa, lo hacen para ir a un baile en medio del campo, ello mientras pasan los créditos, y terminando sobreimpresionado con el “A Sharon”., ya el encanto natural de la protagonista deslumbra entre sus compañeras, dejando constancia de que por donde ella pase captará la atención, y esto le será una maldición. Arrancando su odisea trágica cuando su padre se entera de que su apellido

A partir de aquí nos sumergiremos en ácida crítica a sociedad elitista, colgada de convencionalismos hipócritas, Durbeyfield, pertenece a una rama noble, por ello, y con ánimo de medrar y conseguir réditos económicos la envían con esta familia acaudalada. Tess una joven mecida por el destino que le lleva a diferentes hombres, víctima de unos tiempos cerriles de pensamiento, una frágil flor que manosean unos y otros, ella no quiere ser una cortesana, no tiene pretensiones, no le duele el trabajo duro. Encarnada con virginal belleza por la actriz germana Nastassja Kinski de modo magnífico, con frescura, naturalidad, candidez, vulnerabilidad, todo un derroche de fragilidad, delicadeza, melancolía, es una mujer que evoluciona a fuerza de golpes, endureciéndose, esa mirada de ojos hermosos que modula de modo emocional para en el tramo final desgarrarnos. Su interpretación fue premiada con el Globo de Oro a la mejor actriz revelación y con una candidatura al premio César a mejor actriz de la Academia francesa de cine.

Con la relación de Tess con su medio-primo queda constancia de la decadencia de la aristocracia en tiempos de la Revolución Industrial, esto ejemplificado cuando este le cuenta a ella que su apellido fue comprado para ganar notoriedad, en claro reflejo de la fatuidad de la nobleza. Pero esto esto tocado de modo superficial, sin entrar en ello demasiado. La cinta se fija sobre todo en el periplo de la protagonista, modo en que su ingenuidad le hace tropezar una y otra vez, como su beldad es su peor enemigo,… (sigo en spoiler)