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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Bélico. Drama A las órdenes de su sargento, cuatro jóvenes soldados de infantería norteamericanos recorren los campos de batalla de media Europa. (FILMAFFINITY)
24 de febrero de 2010
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
055/17(11/02/02/10) Samuel Fuller nos obsequia con particular visión de la Segunda Guerra Mundial, un relato épico que mezcla de forma brillante realismo con lirismo, donde la crudeza de la historia se atenúa con dosis de humor negro inteligente. Fuller se basa en sus propias experiencias en la contienda en la que lucho en infantería, de hecho estuvo en los mismos escenarios que la cinta recorre, Norte de África, Sicilia, Normandía, Bélgica y Checoslovaquia, por sus meritos obtuvo la Estrella de Bronce, la Estrella de Plata y el Corazón Púrpura. Después de un prólogo durante la Gran Guerra, en el que vemos a un soldado americano, ‘El Sargento’ (Lee Marvin), matar a un soldado alemán, a continuación se entera que el conflicto hacía horas que había concluido, para dar un salto de más de 20 años y pasar a la W.W.II, la historia se centra en cuatro soldados, Johnson (Kelly Ward), Griff (Mark Hamill, el Luke Skywaker de Star Wars), un italoamericano, Vinci (Bobby DiCiccio) y Zab (Robert Carradine), escritor, empedernido fumador de puros y alter ego de Samuel Fuller, y el líder, ‘El Sargento’ (colosal Lee Marvin), a los que seguimos por diferentes escenarios mientras se desarrolla la guerra, mientras vemos como evolucionan este grupo al que se le conoce como ‘Los cuatro jinetes del sargento’, nos llega su ansiedad, sus miedos, sus ganas de vivir, como afrontan el riesgo con su mejor cara, su compañerismo. Fuller consigue emocionar con la odisea de estos soldados, gracias sobre todo a sus muy buenas actuaciones, sobresaliendo Lee Marvin, con un carisma de los que traspasa la pantalla, con esa mirada pétrea que deja traslucir sensibilidad tras esas duras facciones, crea a un nihilista sarcástico como deja patente en la excelente escena de el niño francotirador alemán, y es que la película está salpicada de escenas maravillosas, donde la crudeza de la batalla se alterna escenas cargadas de poesía, este es el tono de la obra esa miscelánea que hace que por momentos roce el realismo mágico, como la niña que decora con flores el casco de ‘El Sargento, o después de una refriega con muertos tengan los militares que ayudar a una mujer a dar a luz dentro de un tanque, sosteniendo los pies con tiras de balas, o la de el baile asesino en el manicomio, o la del loco con la metralleta, cerrándose el relato en una secuencia que entronca con el prólogo, resultando un broche magistral, es un carrusel interminable de secuencias donde tampoco escasean los diálogos y frases lapidarias, botones de muestra son <’Podemos matar a todos los cuerdos que queramos, pero matar a locos perjudicaría nuestra imagen’, ‘Nos dieron medallas no por ayudar a nacer un niño, sino por matar a muchos’>, teniendo su colofón en el epilogo final <Sobrevivir es la única gloria que uno puede conquistar en la guerra.>
Sigue en spoiler sin spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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