19/19(30/01/12) Fallido thriller que a medida que avanza se agrieta, en sus casi dos horas de metraje, remake de un film israelí, no se aprovecha del buen elenco actoral que posee. Juega a ser un ejercicio retro que entronca con el estilo setentero de espionaje, propio de John Le Carré, donde se esta controvertida profesión, se la despoja de cualquier glamur o idealismo. Se cuenta en dos tiempos, comienza en 1997 en Tel Aviv, allí una joven periodista presenta un libro en el que se narra una peligrosa misión secreta que convirtió en héroes a un comando del Mossad, Stephan (Tom Wilkinson en el presente, en el pasado Marton Csokas), David (Ciaran Hinds en presente en el pasadoSam Worthington) entre los que estaba su madre, Rachel Singer (buena Helen Mirren, Jessica Chastain en el pasado), llevó a cabo en Berlin Oriental 30 años atrás, allí secuestraron a un antiguo criminal nazi, Dieter Vogel (buen Jesper Christensen), tras un nulo intento de llevarlo al oeste se ven obligados a retenerlo en un piso franco a la espera de volver a intentarlo. La trama es muy atractiva, te engancha por su sobriedad y realismo, hay una puesta en escena elegante y muy cuidada, un guión nítido, una muy buena fotografía de Ben Davis (‘Layer Cake’ o ‘Kick-Ass’), con una bella partitura musical de Thomas Newman (‘Cadena Perpetua’, ‘American Beauty’ o ‘A Dos Metros Bajo Tierra’), pero este drama en forma de thriller que radiografía la ambigüedad moral, los sentimientos de culpa, la dignidad, los fantasmas del pasado que te atacan, pues bien todo esto me llega de modo gélido la venganza, la justicia, , no me emociona, me resulta distante, se dispersa demasiado a la hora de punzar un tema, que si el triángulo amoroso, que si la hija engendrada de un padre no deseado que por culpa de la inyección de un indeseable, que si el Holocausto, que si los falsos ídolos. El comienzo me engancha, me encuentro ante un thriller de espías desmitificador de hondo calado con un aire a ‘Munich’ de Spielberg pero conforme avanza más desapego me crea, provocando que la inicial intensidad afloje hasta dejarlo en frialdad, derivando en un final chirriante. La lástima es que centrándose habría podido ser mucho mejor, mimbres tenía, no es que sea mala, pero solo se queda en interesante. Recomendable a los que gusten de dramas psicológicos con intrigas de espias. Fuerza y honor!!!