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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Drama Narra las ajetradas vidas de unos agentes inmobiliarios de Chicago que intentan sobrevivir en un mundo altamente competitivo y un mercado en plena depresión. A pesar de la situación, reaccionan siempre con unos escrúpulos y una solidaridad admirables. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
141/24(30/07/16) Notable film coral, que supone la mejor realización del cineasta James Foley, una incisiva deconstrucción del Sueño Americano, arremetiendo con saña contra el capitalismo despiadado, contra el arribismo, contra la competencia salvaje que hace aplastarse unos a otros, tomando como McGuffin una oficina con empleados que venden bienes raíces y son sometidos a una carrera en que el primero ganará un cadillac, el segundo un juego de cuchillos, el resto serán despedidos. El absorbente guión es del aclamado dramaturgo David Mamet que adapta una obra teatral propia homónima ganadora del Tony y del Pulitzer en 1984, estrenándose por vez primera en 1983 en el Royal National Theatre, de Londres, en USA se estrenó después, en Chicago antes de trasladarse a Broadway. Su alegórico argumento es potenciado por agridulces diálogos interpretados de modo Colosal por unos actores tocados por una barita mágica, Jack Lemmon Magno, Al Pacino Apoteósico, Ed Harris Vibrante, Aled Baldwin Electrizante, Alan Arkin notable, Kevin Spacey Sibilino, y Jonathan Price estupendo, entre todos componen uno de los elencos actorales mejores de la Historia del Cine, Apabullante su modo de irradiar emociones encontradas. Es una obra con bastantes paralelismos con otro premio Tony y Pulitzer, en este caso de Arthur Miller, me refiero a “Muerte de un viajante” y su Willy Loman, en las dos obras se hace un deprimente lienzo de los vendedores.

El film se puede dividir en dos partes de aproximadamente 50 minutos cada una: La primera comprendería la tarde noche lluviosa, imprimiendo nivel de claustrofobia, con la épica aparición de Alec Baldwin, la presentación de personajes, sus miedos, dudas, ilusiones, frustraciones; La segunda parte comprendería la mañana, y toda ella acontece en la oficina, con la excusa de un robo se despliegan las corrompidas personalidades de cada uno. Aquí las crisis existenciales de cada personaje implosionan de modo gradual hacia lo doliente.

La historia es una radiografía punzante en la que salen a relucir las lacras del capitalismo salvaje, el que no repara en seres humanos, solo en los números de beneficio, ese que es capaz de enfrentar a la gente y hacer que estos avasallen al de al lado por tener un poco más de éxito, una reflexión mordiente sobre la despiadada competitividad, la que separa a las personas entre triunfadoras y perdedoras. Es el Imperio del dinero, que hace a muchos humanos peones manipulados por los de arriba para que nos despedacemos para regocijo de sus cuentas bancarias, hace que tengamos que bajar al barro, al juego sucio, a mentir, robar, medrar, lo que sea por ser el primero en una carrera por sobrevivir un día más, un fresco desalentador de la Condición Humana, de su desesperación. Un brutal fresco sobre la dictadura del consumismo, una sátira sobre denigrar al más débil, una fábula darwinista donde solo queda el más fuerte, donde el viejo es material defectuoso a extirpar de nuestra decadente sociedad. Un relato duro, asfixiante, que a medida que avanza se hace más y más opresivo, un enérgico drama con tintes de thriller, que se mueve de modo trepidante en base a unos diálogos edificados con mimo por un David Mamet en estado de gracia, mordaces, insidiosos, con aguijón envenenado, con construcción de personajes fascinante, con duelos actorales brillantes, donde el ganador es el espectador, consiguiendo atraparte en sus sugestivas redes.

Es un micromundo en donde conviven un grupo de personas, no queda bien parada la profesión de vendedor comercial (bien sea puerta a puerta, o tfno. a tfno.), que no dudan en engañar al que sea por alcanzar una comisión mejor, desean ascender, son arteros, truhanes, amorales, traicioneros, trileros de la palabra, unos perdedores que navegan con bote agujereado por un mar de angustia en el que no desean naufragar, son especie de tiburones que temen quedar parados y morir, y mientras no dudaran en comerse al que sea para subsistir,

El repertorio actoral es majestuoso, un conjunto de actuaciones que harían atractiva la lectura de un listín telefónico, más si les ponen sobre un guión excelente. Jack Lemmon encarna a Shelley “La máquina” Levene con una fuerza emocional extraordinaria al perdedor que una vez estuvo en la cima, y ahora en el otoño de su vida se encuentra al borde del abismo, representa el reverso del éxito, el actor lo dota de patetismo, de sentimientos, de lástima, de compasión, sublime en sus llamadas telefónicas, en el lastimero intento de soborno a su jefe, en la visita de un “potencial” comprador, fenomenal como deja traslucir que es un perdedor desesperado, como las frustraciones vitales le transpiran la piel, un lenguaje gestual abrumador de cómo se descompone anímicamente, Imperial Lemmon (ganó en Venecia el premio al mejor actor). Alec Baldwin en un papel escrito expresamente por Mamet para el film (aunque no se dice su nombre, en los créditos aparece como Blake), siete minutos aparece solo, un speech tremebundo, una charla entre lo motivacional y lo despectivo, una puñalada al corazón de la humanidad, y el actor se viene arriba con ímpetu, energía, agresividad verbal, arrogancia, egocentrismo, su modo de moverse, de expresarse, Antológico, desborda la pantalla con un carisma Tsunami, arrasa con todo, Arrollador. Al Pacino (nominado al Oscar por el papel) como el exitoso Ricky roma, aparece al tercio del film, y lo hace derrochando carácter, empatía, inteligencia, manipulación artera, un volcán en erupción oral, tremebundo, es la imagen del triunfador, parece levitar por la pantalla con el aura del éxito flotando a su alrededor, la viva imagen de la fachada del vendedor comercial que te embauca con dulces palabras y tras ellas solo medias verdades, Portentoso. Ed Harris como David Moss, representa al tipo hastiado de que su empresa lo mangonee, el medrador que despotrica sibilinamente entre los “obreros”, excelsa la rabia que despliega... (sigue en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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