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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Aventuras. Acción 1935. Shanghai. El intrépido arqueólogo Indiana Jones, tras meterse en jaleos en un local nocturno, consigue escapar junto a una bella cantante y su joven acompañante. Tras un accidentado vuelo, los tres acaban en la India, donde intentarán ayudar a los habitantes de un pequeño poblado, cuyos niños han sido raptados. (FILMAFFINITY)
15 de mayo de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
74/04(06/05/19) Film que despierta en mí sensaciones encontradas, y es que el recuerdo que tenía de él antes de esta nueva revisión era la de mi niñez, la de haber sido transportado a un lugares exóticos para vivir aventuras más grandes que la vida, acompañado de un héroe muy carismático, pero al verla de nuevo me he sentido mayor, y es que lo que antes era entusiasmo y disfrute se ha tornado un film artificioso, con un guión con muchos agujeros, donde su veloz ritmo no hace más que intentar esconder su liviandad, al componerse únicamente de viñetas de acción regularmente cosidas unas a otras, tanto es así que varias de ellas son descartes de la primera entrega de las peripecias del arqueólogo ideado por George Lucas. El tiempo me hace ver la película como un comic sin poder de calado emocional, donde aunque han querido ponernos más oscuridad humana (más violencia desgarradora, rapto de niños para esclavizarlos en minas, arrancan corazones, echan a gente en un río de lava ardiente, hay flagelaciones, gente triturada,… ) que en la primigenia solo resulta algo impostado por su pasada de vueltas híper-excesivo, pues no en su ligereza careza de mínima intensidad, donde las situaciones parece sucederse por imperativo de su trivial guión, no es algo inherente a esta entrega, algo parecido me ocurrió en la primera “En busca del Arca perdida”, solo que al menos allí estaba la novedad. La cinta es un pasarratos en el que pensar sobre lo que estás viendo por el bien del disfrute está prohibido, debes sentirla con subirte a una montaña rusa virtual, donde todo va ritmo frenético, saltas, bajas subes, te golpeas, pero siempre siendo consciente de su futilidad ambiental, todo lo más inverosímil pasa ante tus ojos cual comic, caes de un alto edificio y sorteas el golpe rebotando en varios toldos hasta milagrosamente depositarte en tu coche, saltas de un avión en el Himalaya con solo la ayuda de un bote neumático, surfeas una ladera nevada hasta caer por un acantilado, eres partícipe de caricaturescos “manjares tradicionales hindús”, asistirás a rituales donde el chamán arrancará el corazón a un sacrificado cual sacacorchos y el descorazonado seguirá viviendo, te montaras en una vagoneta e iras a velocidad supersónica con ella, saltaras con ella tramos son vía cayendo otra vez en ella, y frenaras esta con tus zapatos, caerás por un puente colgante, y… necesitas más diversión?

La cinta tiene arranque fenomenal en prólogo en un club de Shanghái digno del mejor James Bond, primero con un homenaje al género musical clásico durante los créditos iníciales, con un número coral de baile y canción de aires a la época dorada de Hollywood (incluso paródico cuando la edición hace un rewind). Tras lo que saltamos a ver a Indi en la antítesis de su presentación de la primera (donde estaba con su icónico atuendo de aventurero con sombrero, morral y un látigo, aquí (como ya he mencionado) es un emulo de James Bond que se dispone a negociar con un mafioso local un intercambio, por supuesto que el sentido de la veracidad hay que suspenderlo totalmente, es un encadenado de secuencias propias del ya mencionado comic. Hay un remanso de tranquilidad cuando llegan a una aldea hindú, donde los estereotipos racistas-culinarios se dejan ver, el humor se apodera un ratito del metraje, con gags con elefantes y animales de la selva, una partida de póker, y vuelta a hacer coña salvaje del racismo-tradicional-culinario de la India. Hay unos minutos ingeniosos de tensión sexual latente entre Willie e Indi, donde 5 minutos son importantes. Tras estén impasse vuelve a acelerarse la acción de modo frenético en un descenso sin frenos cuando los protagonistas se sumergen en una gruta Avernal en lo que allí se esconde.

La imaginación de las escenas de acción está acorde con un sentido lúdico de pasarte un rato ameno sin tener que razonar sobre lo que ves, simplemente siéntete un niño. En realidad al terminar la película recordarás su prólogo, la comida en palacio Pankot, la ceremonia de sacrificio con el arranca-corazones, la vagoneta-montaña rusa, y al caída del puente colgante, todo lo demás son excusas para intentar coser estos tramos unos a otros, y cuando termina te das cuenta (hoy a mis 46 años) que ya no soy un adolescente con acné, le pido algo más a una película, aunque sea un producto escapista, le pido comunión con lo que veo, tensión e intensidad, y esto es algo inexistente en la película.

Spielberg maneja con pericia el humor y la acción, añadiendo acartonadas dosis de tensión dramática, ejemplo es el tramo en que Tapón e Indi quedan atrapados en una sala que amenaza con aplastarlos, llaman a gritos a Willie y esta acude a regañadientes, pero por el camino es asediada por cientos de insectos gigantes, ella grita mientras en paralelo vemos que a los de la sala les queda poco tiempo antes de ser matados por el techo menguante, Willie llega frente a la puerta cerrada e Indi desde el otro lado le da indicaciones de como parar el techo menguante, ella se equivoca y de pronto aparece por un agujero la mano de Indi le señala donde meter la mano, pero el agujero resulta viscosamente asqueroso y ella se resiste. Todo este tramo es un compendio del Spielberg del film, jocoso, tanto que la nunca sentimos que algo vaya a pasarle a nuestros protagonistas, sabemos que una y otra vez esquivaran el peligro.

Aparte queda un rasgo que los niños no notaran, al contrario creerán, como es la visión colonialista (y racista) de la historia. O sea que la profecía es que un hombre blanco vendrá a salvar a un pobre pueblo hindú de la maldad de los propios hindúes, de sus religiones tóxicas, riéndose de su gastronomía hasta límites vomitivos. O como el trío protagonista es llevado en elefante a Pankot, eso sí, con guías hindús tirando de los paquidermos andando cual si estuvieran haciendo turismo o cual caciques de su hacienda, pero luego cuando acampan los guías han desaparecido, hacen feo junto a Willie pegando gritos… (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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