Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Comedia. Drama Todos los miembros de la familia Bélier son sordos, excepto Paula, de 16 años. Ella hace de intérprete para sus padres, especialmente en lo que respecta al funcionamiento de la granja familiar. Debido a que a Paula le gusta un chico del instituto, se apunta como él al grupo del coro. Allí descubrirá su talento para el canto... (FILMAFFINITY)
13 de agosto de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
262/13(12/08/22) Con motivo del Oscar al mejor film de este año para CODA, que me decepcionó bastante, me he decidido a ver el original francés, y es que encima la galardonada cinta es un remake! Y hasta muy reciente! Ello con la intención de poder encontrar parte de lo bueno que quizás se perdió en la traslación al continente americano, pero no hay tampoco mucho donde rascar en esta película clásica ‘I Feel Good Movie’, revestida de un buenismo y simplismo. Es una dramedia dirigida por Éric Lartigau, con guion del propio director junto a Victoria Bedos y Thomas Bidegain (“Los hermanos Sisters”), planteando un relato que en su fachada habla de las personas sordas y su modo de integrarse en una sociedad de oyentes, ello lo exponen con veta humorística, con un comienzo un tanto grimante por la forma pretendidamente transgresora de la comedia (me refiero por supuesto a la visita al doctor de enfermedades venéreas con la hija de traductora), luego la cosa irá virando hacia situaciones Déjà vu, con un tono de querer agradar a toda la familia con problemas cargados de inocencia, donde incluso las notas de humor viene de reírse de los sordos, y no con ellos. Ello añadiendo dosis de comedia juvenil ya muy ajadas (lo del guaperas del insti que pretende la prota, o que esta esté emparejada as una feucha como amiga, son clichés ya muy rancios; como los tramo pretendidamente humorístico de la alergia al látex, propio del teta, culo y pedo). Metiendo sub tramas que ni aportan, ni van a lado alguno (la del padre con su aspiración de ser alcalde[conlleva una crítica al nivel pellizco de monjita al capitalismo], o la amiga promiscua y su relación con el hermano de la prota).

El argumento sigue a la familia titular, el padre Rodolphe (Francois Damiens) que dirige la granja de la familia, la esposa Gigi Karin Viard) y sus dos hijos: el hijo Quentin (Luca Gelberg) y la hija Paula (Louane Emera). El giro? Toda la familia es sorda. A excepción de Paula, quien, debido a su habilidad para comunicarse con personas sordas y oyentes, dirige la mayor parte de los negocios familiares y es la figura central de la familia. Al comenzar otro año escolar, Paula se siente atraída por unirse al coro de la escuela, gracias al interés amoroso de Gabriel (Ilian Bergala), donde descubre, gracias al apoyo del apasionado profesor de música Fabien (Eric Elmosnino), que tiene un talento natural para cantando.

Donde se supone que el tema central va a ser la sordera y como la enfrentan tanto los que la tiene como los de su alrededor, pero esto es solo el MacGuffin, pues el núcleo es el muy manido recurso del retoño que una vez ha crecido siente la necesidad de dejar el nido, y los problemas que causa en sus padres (esto remarcado por, esos sí, muy bonito tema cantado por Louane en el clímax del film, ‘Je Vole’, de Michel Sardou), en este caso porque estos, encima, son dependientes de que este sea el traductor por signos, con lo que se acentúa la visión minusválida de los sordos, en contraposición con el enfoque de personas autosuficientes que debería ser la cinta, y no una visión condescendiente y paternalista de los sordos. Es de esas películas que aspira a mucho (pero mucho) más de lo que te da, pero si hasta los ponen de rencorosos contra los oyentes. Termina tirando de mil y un tópicos, arramblando con un buenrollismo que en algún momento sentimentaloide da ardores.

Las actuaciones son bastante mejorables (siendo benévolo), solo Eric Elmosnino como el simpátrico profesor de música Fabien Thomasson aporta algo de personalidad, resto van desde lo aceptable de Louane Emera (semifinalista de la versión gala del reality La voz, que den¡,muestra ser una buena cantante, aunque algo menos en actriz) como la hija cantante, a lo irritante de Karin Viard y François Damiens como los exasperantes padres sordos, unos histriónicos desagradables por mucho que quieran ser encantadores, queriendo ser empáticos se pasan y son unos niños encerrados en cuerpos de adultos, siempre haciendo tonterías impropias de su edad, ser sordo no implica ser idiota, no es gracioso tener de intermediaria a su adolescente hija durante una consulta con el doctor de índole sexual, no es gracioso el egoísmo de ellos, su egocentrismo, no es gracioso que el padre cuando la hija tiene la regla le de un guantazo, no es gracioso que un candidato político insulte a sus potenciales votantes. Encima da mucha rabia que para unos pocos roles que se podrían dar a personas sordas, te enteras que estos intérpretes no lo son, al menos en la versión estadounidense arreglan este despropósito. De hecho, el único sordo en el plantel es Luca Gelberg, que interpreta al hijo de los padres sordos, y esto se nota en una mayor naturalidad en el manejo del lenguaje de sordos; Estas actuaciones y como están escritos los personajes hace que la pretendida química entre la familia me sea impostada, por imperativo del guion.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow