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Voto de TOM REGAN:
10
8.0
28,316
Western
Personajes muy variopintos emprenden un largo, duro y peligroso viaje en diligencia. Entre ellos, un fuera de la ley en busca de venganza, una prostituta a la que han echado del pueblo, un jugador, un médico, la mujer embarazada de un militar, un sheriff. Las relaciones entre ellos serán difíciles y tensas. Además, durante el viaje, tendrán que afrontar el ataque de una partida de indios apaches. (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
128/09(11/06/12) Obra Maestra del Séptimo Arte, clase magistral de dirección del gran John Ford, Orson Welles la vio más de 40 veces como enseñanza para hacer ‘Ciudadano Kane’. El guión es una maravilla que refleja el mosaico que era la sociedad americana de ese tiempo, Dudley Nichols (‘el delator’, ‘La fiera de mi niña’ o ‘Perversidad’) y el no acreditado Ben Hecht (‘Luna Nueva’ o ‘Encadenados’) adaptan libremente un relato breve de 1937 de Ernest Haycox, y lo hacen de modo prodigioso, una atemporal radiografía de la Condición Humana, en esta mítica diligencia se juntan lo mejor y lo peor del carácter humano. Ford había hecho ya westerns en el cine mudo pero este fue su primer sonoro, además de ser también el primero rodado por él en el bello Monument Valley, curiosamente los actores no estuvieron allí. El hilo argumental arranca en Tonto (Arizona), de donde se dispone a salir una diligencia hacia Lordsburg (Nuevo México), por el territorio a recorrer hay en pie una rebelión apache comandada por el famoso Gerónimo, al vehículo va de tripulación un simpático Buck (Andy Devine) de piloto, de copiloto el comisario Curly Wilcox (George Bancroft), de pasajeros van 6 personas, dos expulsadas por un grupo de mujeres puritanas, ‘Las Damas de la Liga de la Ley y el Orden’, una prostituta de buen corazón, Dallas (Claire Trevor) y un borrachín médico, un cínico Doc Boone (Thomas Mitchell), una altiva embarazada que pretende ver a su marido, un oficial de caballería, hay también un jugador profesional, Hatfield (John Carradine), un apocado vendedor de whisky, Samuel Peacock (Donald Meek), y un banquero, Henry Gatewood (Berton Churchill), que misteriosamente huye del lugar, por el camino se les une la estrella de la función, el fugitivo Ringo Kid (John Wayne), que clama venganza por el asesinato de su padre y hermano, Curly lo detiene, la aventura está servida. Con estos componentes evoluciona un film coral, una crítica social ante los prejuicios sociales, de cómo ante situaciones extremas sale la verdadera naturaleza de las personas, es una road-movie con ínfulas de viaje existencial donde la redención y la condena son el premio final del trayecto, esto es contado con un ritmo fluido e intenso, un portento de síntesis, difícil narrar más en menos tiempo, es un caudal narrativo arrollador. Ford da cabida a todos los elementos del género, el pistolero, el tahúr, el sheriff, la prostituta, el borracho, la venganza, el duelo a muerte, los indios, la caballería, los tiroteos, el desierto, el honor, el sentido del deber, la amistad, y por supuesto la diligencia, en el marco incomparable del Monument Valley, donde solo se había hecho un film hasta entonces, en 1925 ‘The Vanishing American’. Ford deja su enorme huella en cada fotograma, más preocupado del retrato psicológico de los personajes que de la acción, ejemplo un duelo resuelto en una sobresaliente elipsis, sabe conjugar el intimismo de los primeros planos,... (Continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
...con juegos gestuales y de miradas impresionantes, se nota la ascendencia de Ford del cine mudo sabiendo comunicar sentimientos sin necesidad de hablar, combina el melodrama con el humor fordiano que aliviaba los tramos dramático-secos, además fue un innovador pues para dar sensación claustrofóbica creó decorados con techos, siendo el primero en hacerlo, dando lugar esto a la profundidad de campo y derivando en utilización de sombras y contraluces cercano al expresionismo alemán, el director de fotografía Bert Glennon (habitual del director)dejó planos de una brillantez excelsa, magnífica la del pasillo de la parada de postas , después de una charla nocturna entre Dallas y Ringo, ella se aleja hacia la luz lunar de la puerta exterior provocando una sensación de soledad fascinante, hay travellings impactantes, un plano subjetivo desde encima de la carreta cuando van a cruzar el río, o retratando los hermosos parajes por los que pasa la diligencia sabiendo reflejar la pequeñez humana ante la infinidad de la naturaleza, o cuando la diligencia pasa por encima de la cámara en la escena del tiroteo con los apaches. Esta es probablemente la secuencia estrella de la obra, grabada en el desierto de Mojave, es de un vigor soberbio, es filmada de modo antológico, con una coreografía maravillosa, es una fuente donde han bebido los cineastas de acción, la tensión, el drama, el miedo, la valentía, el instinto de supervivencia, son efectos que traspasan la pantalla, las flechas, disparos, gritos apaches, colosal lo del indio que salta entre los caballos de la diligencia, Ringo le dispara y cae entre los caballos y por debajo de la carroza, Spielberg la copió-homenajeó en su primer Indiana, luego va Ringo y ante los caballos desbocados salta para coger las riendas, de una espectacularidad tremenda, pues bien, el apache y Ringo son en realidad el mismo especialista y doble, Enos Yakima Canutt (campeón de rodeos y acróbata, diseñó la hiperfamosa carrera de cuadrigas del Ben-Hur de William Wyler), además este fue director de segunda unidad de la cinta. Los actores rayan a una altura enorme, Thomas Mitchell ganó un Oscar por alcohólico doctor, pero el destacable es la presencia de un tipo de 32 años, un desconocido hasta entonces, John Wayne en su primer papel protagonista que le regaló Ford, el productor pretendía a Gary Cooper, una presencia poderosa que marcaría para siempre la Historia del Cine uno de sus iconos, como icónica es su impactante primera visión, la cámara se acerca en un travelling rápido (llega a desenfocarse ,a Ford le gustó y lo dejó así) y Wayne de pie, con su brazo en alto hace un movimiento circular al wínchester, una de las postales que dan sentido al cine, hace una interpretación rebosante de carisma, es la honestidad y la integridad en persona, descomunal su físico cuando el tiroteo con los apaches, él encima de la diligencia como el sumo protector, el coraje bajo un sombrero. Recomendable a TODOS. Fuerza y honor!!!