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Voto de TOM REGAN:
8
6.6
173
Fantástico. Aventuras. Infantil. Animación
Inspirada en distintos cuentos de Julio Verne, la película combina actuación en vivo, animación, trucos escenográficos y efectos ópticos variados. (FILMAFFINITY)
21 de abril de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
93/12(17/04/24) Entrañable film checoslovaco, todo un canto a la infancia y a la rebeldía contra la tiranía. Una sugestiva obra del maestro de la animación Karel Zeman, con guion propio junto a Radovan Krátky (“Crónica de un bufón), donde juega a con mimo delicioso a uno de sus gustos favoritos en cine, como era mezclar la animación de todo tipo con personas reales, como ya demostró en cintas como “Viaje a la prehistoria”, “Un Invento Diabólico”, o "El Barón Fantástico", un deleite para los niños y para los que buscamos recuperar es inocente sentimiento. Una historia de aventuras fantástica, donde el director vuelve a uno de sus leit-motive como era Julio Verne y sus obras, principalmente la historia se basa libremente en las novelas “Dos años de vacaciones” y “La isla misteriosa”, mezclado con otros autores como el Robert Louis Stevenson de “La isla del tesoro” o el Arthur C. Doyle de “El Mundo Perdido”, con protagonismo para cinco chicos ansiosos de escapar al rígido control parental huyen en un dirigible hacia lo ignoto, llegando a parar a una isla desierta, con nada menos que el Capitán Nemo allí escondido con su submarino Nautilus, mientras serán perseguidos por todo tipo de villanos, y hasta habrá una búsqueda submarina de un tesoro ‘custodiado’ por un gran tiburón. En paralelo hay varias subtramas jocosas, como los problemas con la fórmula del gas inflamable del globo, hay un motín, un juicio singular, y hasta un espía con una variedad de gadgets.
Zeman juega en miscelánea con la cinematografía de Josef Novotný (“Der Kimnhaken”), y Bohuslav Pkhart (“Crónica de un bufón”) con la foto-animación, el stop-motion, ello en tonos monocromáticos, con fondos mate, tonos sepia, con especie de recortes de papel, maquetas, con primeros planos sombreados para crear falsario-impostado fono, para que cuando aparece el live-action de los personajes humanos ser insertados en los decorados cual ilustraciones en cuentos infantiles, haciéndonos sentir en un sentido híper realista que vuelan en el dirigible surcando los cielos infinitos. Ejemplo es la muy grácil recreación de una idealizada Praga, con vistosas tomas aéreas.
Es una carta de amor a la niñez, a su imaginación sin límites, tenemos una delirante variedad de globos antiguos, ejércitos voladores, pequeños globos que se reman como un esquife o se pedalean como una bicicleta, así como curiosidades como un carruaje "sin caballos" con un caballo incorporado. Todo poblado de un grácil sentido del humor, con mucho de slapstick, tirando del teatro del absurdo, con jocosas creaciones, atención a los gadgets del espía!!!, hay un dirigible llevado a remos, otro en el que viajan unas sexys bailarinas de can-can ¿?, satirizando el mundo de los mayores con sus negocios (la bolsa, la industria militar, la prensa, el espionaje, …), haciendo hincapié en su hipocresía, su avaricia, su presunción, o su despotismo. Y todo ello despojado de sentimentalismos, haciendo que aflore el niño que llevamos dentro.
Hay que poner en gran valor el arrojo de Zeman al arremeter con fuerza contra el autoritarismo, contra la falta de libertad, pues esta obra se hizo en el período inmediatamente anterior a la Primavera de Praga, tiempo de liberalización política y protestas masivas en la República Socialista Checoslovaca que terminó abruptamente el 21 de agosto de 1968, cuando La URSS invadió el país para reprimir las reformas. En este sentido el juicio de los adultos a los niños a través d ellos progenitores resulta bastante alegórico sobre la opresión comunista que son los adultos contra la imaginación-liberadora-inocente de los niños.
La trama de la película comienza en Praga, en la Exposición Jubilar de 1891, los personajes principales son cinco niños: Petr (Jan Malát), Pavel (Josef Stráník), Tomáš (Hanuš Bor), Martin (Jan Čížek) y Jakoubek (Míša Pospíšil), quienes accidentalmente se encuentran Los chicos caminan por el Centro de Exposiciones y los echan de todos lados. Luego se aferran a la campaña publicitaria del empresario Findeys (Čestmír Řanda) que ofrece un vuelo turístico sobre Praga en un dirigible. El dirigible está equipado con una máquina de vapor y se presenta como dirigible. Un grupo de hombres adultos pagará primero el vuelo turístico. Sin embargo, inmediatamente dejan de interesarse por el vuelo, porque notan un globo en vuelo que se incendió y tuvo un accidente. Aunque Findeys afirma que su dirigible está lleno de gas no inflamable y que, por lo tanto, no le puede ocurrir a él un accidente así, esto no convence a los hombres de regresar. Mientras lo hace, un grupo de personajes principales se acerca al dirigible de Findey y muestran interés por volar. El señor Findeys les promete un vuelo gratis. Sin embargo, un grupo de hombres que han pagado el vuelo regresan al dirigible y quieren volar. Entonces el señor Findeys quiere echar a los niños, pero ellos no quieren renunciar gratis al vuelo prometido, quita las cuerdas con las que está atado el dirigible y se va volando. El bolso de Findeys también permanecerá en la góndola del dirigible. Todo esto lo observa y registra el fotógrafo y reportero Marek (Stanislav Šimek) del diario Světozor.
Zeman juega en miscelánea con la cinematografía de Josef Novotný (“Der Kimnhaken”), y Bohuslav Pkhart (“Crónica de un bufón”) con la foto-animación, el stop-motion, ello en tonos monocromáticos, con fondos mate, tonos sepia, con especie de recortes de papel, maquetas, con primeros planos sombreados para crear falsario-impostado fono, para que cuando aparece el live-action de los personajes humanos ser insertados en los decorados cual ilustraciones en cuentos infantiles, haciéndonos sentir en un sentido híper realista que vuelan en el dirigible surcando los cielos infinitos. Ejemplo es la muy grácil recreación de una idealizada Praga, con vistosas tomas aéreas.
Es una carta de amor a la niñez, a su imaginación sin límites, tenemos una delirante variedad de globos antiguos, ejércitos voladores, pequeños globos que se reman como un esquife o se pedalean como una bicicleta, así como curiosidades como un carruaje "sin caballos" con un caballo incorporado. Todo poblado de un grácil sentido del humor, con mucho de slapstick, tirando del teatro del absurdo, con jocosas creaciones, atención a los gadgets del espía!!!, hay un dirigible llevado a remos, otro en el que viajan unas sexys bailarinas de can-can ¿?, satirizando el mundo de los mayores con sus negocios (la bolsa, la industria militar, la prensa, el espionaje, …), haciendo hincapié en su hipocresía, su avaricia, su presunción, o su despotismo. Y todo ello despojado de sentimentalismos, haciendo que aflore el niño que llevamos dentro.
Hay que poner en gran valor el arrojo de Zeman al arremeter con fuerza contra el autoritarismo, contra la falta de libertad, pues esta obra se hizo en el período inmediatamente anterior a la Primavera de Praga, tiempo de liberalización política y protestas masivas en la República Socialista Checoslovaca que terminó abruptamente el 21 de agosto de 1968, cuando La URSS invadió el país para reprimir las reformas. En este sentido el juicio de los adultos a los niños a través d ellos progenitores resulta bastante alegórico sobre la opresión comunista que son los adultos contra la imaginación-liberadora-inocente de los niños.
La trama de la película comienza en Praga, en la Exposición Jubilar de 1891, los personajes principales son cinco niños: Petr (Jan Malát), Pavel (Josef Stráník), Tomáš (Hanuš Bor), Martin (Jan Čížek) y Jakoubek (Míša Pospíšil), quienes accidentalmente se encuentran Los chicos caminan por el Centro de Exposiciones y los echan de todos lados. Luego se aferran a la campaña publicitaria del empresario Findeys (Čestmír Řanda) que ofrece un vuelo turístico sobre Praga en un dirigible. El dirigible está equipado con una máquina de vapor y se presenta como dirigible. Un grupo de hombres adultos pagará primero el vuelo turístico. Sin embargo, inmediatamente dejan de interesarse por el vuelo, porque notan un globo en vuelo que se incendió y tuvo un accidente. Aunque Findeys afirma que su dirigible está lleno de gas no inflamable y que, por lo tanto, no le puede ocurrir a él un accidente así, esto no convence a los hombres de regresar. Mientras lo hace, un grupo de personajes principales se acerca al dirigible de Findey y muestran interés por volar. El señor Findeys les promete un vuelo gratis. Sin embargo, un grupo de hombres que han pagado el vuelo regresan al dirigible y quieren volar. Entonces el señor Findeys quiere echar a los niños, pero ellos no quieren renunciar gratis al vuelo prometido, quita las cuerdas con las que está atado el dirigible y se va volando. El bolso de Findeys también permanecerá en la góndola del dirigible. Todo esto lo observa y registra el fotógrafo y reportero Marek (Stanislav Šimek) del diario Světozor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Zeman con su gusto por jugar con el espectador, nos regala un hermoso prólogo animado donde vemos a unos jóvenes cruzando eras temporales (la Prehistoria, la Antigüedad, la Edad Media y Belle Epoque), ‘luciendo’ su insultante vena traviesa (un niño orina sobre un fuego en la era cavernícola; unos mozalbetes romanos destrozan una urna, …). Jugando Zeman a ser un Mago de la visualidad emparentado con el genial Georges Méliès, ello reflejado en la escena del mago que precisamente son unos niños quienes destapan el truco. Todo para desembocar en la gran aventura con los cinco amiguitos montados en el dirigible desde Praga a lo desconocido lejos de los mayores, tenido sus problemas (aventuras), como que se queden sin carbón para la máquina de vapor, se cruzan con un dirigible de una potencia militar (sin nombre) que les persigue, esta potencia trae (con dirigible) al agente 13 (Karel Effa), con la misión de hacerse con la fórmula del gas con el que se llena la aeronave de Findeys; Hay una gran tormenta que destroza el dirigible; ‘Naufragan’ en una isla desierta; En una cueva de la isla encuentran a un mítico capitán (Václav Švec, con la voz de Zdeněk Štěpánek); Tendrán un encuentro con unos piratas-pistoleros (¿?) amotinados.
En paralelo a las aventuras de estos infantes: Hay un periodista, que se propone rescatar a un niño en un globo; El creador del dirigible robado, Findeys (Cestmír Randa), se aprovecha de la publicidad del robo en su beneficio para dar publicidad a su invento, y con ello ganar grandes dividendos en bolsa por el interés mostrado en comprar el dirigible los militares. Esto teniendo en cuenta que hay un pequeño ‘defecto’ que se quiere ocultar (esto me recuerda a la comedia de la Ealing, “El hombre del Traje Blanco” de 1951).
Destaca un personaje accesorio en principio, pero realzado por el carácter surrealista que se le otorga, me refiero al espía. Con escenas tan desternillantes como la que entra en una casa a robar un retrato, o los gadgets de brazos articulados, el dirigible a pedales que maneja, o el audífono secreto telescópico que lleva. Con un jefe al que vemos cual esqueleto (¿?).
Spoiler:
Rush final: Una armada militar llega a la isla y los salva a todos. El cofre del tesoro de Findey lo rescatan del fondo marino un niño, sorteando al depredador marino. El agente 13 y el periodista Marek también llegarán a la isla en una pequeña aeronave y en un globo. Utilizando un dispositivo de escucha, el Agente 13 escucha una conversación entre soldados en la bodega de un buque de guerra. Bajo cubierta, se abre la caja fuerte de Findeys y en ella se encuentra, entre otras cosas, un pedido de ácido sulfúrico destinado a la producción de hidrógeno, demostrando así definitivamente que el gas ignífugo es un engaño. El Agente 13 no está contento porque no puede completar su misión. También permite que el periodista Marko escuche la conversación debajo de la cubierta. Posteriormente se publicó en el periódico Světozor un informe sobre el fraude con el gas ignífugo. Los accionistas de Findey se amotinan y entran corriendo a la casa de Findey. Los Findey escapan por una salida secreta. Sin embargo, el millonario Tenfield paga la aeronave destruida de Findeys, lo que salva a Findeys de la ruina. En la escena final, los chicos regresan a casa en tren y juegan al secuestro de trenes.
No es un film suficientemente sólido y cohesionado como para ser más de lo que puede, un chispeante entretenimiento. Se le puede achacar que quiere abarcar demasiado y con ello no aprieta lo suficiente al querer tocar excesivos temas y con ello perdiendo empaque. También falta que los niños, que son los protagonistas tengan personalidad propia, y no ser un conjunto pétreo de roles intercambiables. Aunque todo esto es solamente para justificar no le dé un sobresaliente, pues como film que cumple con su misión de transportarme a mi añeja niñez cumple con creces y eso es de agradecer. Gloria Ucrania!!!
En paralelo a las aventuras de estos infantes: Hay un periodista, que se propone rescatar a un niño en un globo; El creador del dirigible robado, Findeys (Cestmír Randa), se aprovecha de la publicidad del robo en su beneficio para dar publicidad a su invento, y con ello ganar grandes dividendos en bolsa por el interés mostrado en comprar el dirigible los militares. Esto teniendo en cuenta que hay un pequeño ‘defecto’ que se quiere ocultar (esto me recuerda a la comedia de la Ealing, “El hombre del Traje Blanco” de 1951).
Destaca un personaje accesorio en principio, pero realzado por el carácter surrealista que se le otorga, me refiero al espía. Con escenas tan desternillantes como la que entra en una casa a robar un retrato, o los gadgets de brazos articulados, el dirigible a pedales que maneja, o el audífono secreto telescópico que lleva. Con un jefe al que vemos cual esqueleto (¿?).
Spoiler:
Rush final: Una armada militar llega a la isla y los salva a todos. El cofre del tesoro de Findey lo rescatan del fondo marino un niño, sorteando al depredador marino. El agente 13 y el periodista Marek también llegarán a la isla en una pequeña aeronave y en un globo. Utilizando un dispositivo de escucha, el Agente 13 escucha una conversación entre soldados en la bodega de un buque de guerra. Bajo cubierta, se abre la caja fuerte de Findeys y en ella se encuentra, entre otras cosas, un pedido de ácido sulfúrico destinado a la producción de hidrógeno, demostrando así definitivamente que el gas ignífugo es un engaño. El Agente 13 no está contento porque no puede completar su misión. También permite que el periodista Marko escuche la conversación debajo de la cubierta. Posteriormente se publicó en el periódico Světozor un informe sobre el fraude con el gas ignífugo. Los accionistas de Findey se amotinan y entran corriendo a la casa de Findey. Los Findey escapan por una salida secreta. Sin embargo, el millonario Tenfield paga la aeronave destruida de Findeys, lo que salva a Findeys de la ruina. En la escena final, los chicos regresan a casa en tren y juegan al secuestro de trenes.
No es un film suficientemente sólido y cohesionado como para ser más de lo que puede, un chispeante entretenimiento. Se le puede achacar que quiere abarcar demasiado y con ello no aprieta lo suficiente al querer tocar excesivos temas y con ello perdiendo empaque. También falta que los niños, que son los protagonistas tengan personalidad propia, y no ser un conjunto pétreo de roles intercambiables. Aunque todo esto es solamente para justificar no le dé un sobresaliente, pues como film que cumple con su misión de transportarme a mi añeja niñez cumple con creces y eso es de agradecer. Gloria Ucrania!!!