Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Comedia Ramiro es un viudo rico y aficionado a la bebida que se deja explotar por sus hijos Virginia y Eduardo, por su hermano Ladislao, que es un vago, y por su cuñada Milagros. Su hermano Gregorio, desesperado ante esta situación, decide hacerle creer que está arruinado y que su familia debe trabajar si quiere sobrevivir... (FILMAFFINITY)
14 de noviembre de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
204/10(12/11/19) Obra muy menor este segundo film mexicano del director Luis Buñuel, exenta de la mala leche y mordacidad que le han aupado como uno de los más grandes. Largometraje de encargo hecho para tener éxito fácil con una comedia simplona, ello para resarcirse de su anterior gran fracaso comercial. Tras sus primeros trabajos europeos, enmarcados dentro del surrealismo, “Un perro andaluz” y “La edad de oro”, y su polémico documental “Las Hurdes, tierra sin pan”, tras la Guerra civil, Buñuel se exilió a México, donde abandonó momentáneamente el cine. Su primera película en México, “Gran Casino” (1947), filmada dos años antes, había resultado un fracaso, a pesar de contar en su reparto con las figuras más relevantes del cine mexicano y argentino, Jorge Negrete y Libertad Lamarque, respectivamente. Sin embargo, el productor Óscar Dancigers le contrató para dirigir la versión cinematográfica de la comedia homónima de Adolfo Torrado, El gran Calavera. El guion fue de Luis Alcoriza (“Los olvidados” o “El Ángel Exterminador”), quien más adelante sería uno de sus grandes amigos mexicanos, cumpliendo el realizador de Calanda el cometido de modo funcional, sin poner en la película sus señas de identidad, más allá de ese inicio donde vuelve a manifestar su fetichismo con los pies. Siendo el éxito de esta cinta la espoleta para su consagración en México, alentada sobre todo por su posterior Obra Maestra “Los olvidados”, que pudo hacer con libertad. Siendo esta una comedia del montón donde Buñuel apunta a la clase alta pero al contrario que en el grueso de su filmografía (en un relato con efluvios bastardeados a “Los viajes de Sullivan”, mezclado con resortes de “Qué bello es vivir!), la trata con condescendencia y cariño, haciéndola chocar con la clase baja con un sentido paternalista muy edulcorado, impropio del realizador de “Viridiana”, como no queriendo molestar, acomodándose en un género que aborda con chistes facilones (con decir que lo más gracioso es ver al protagonista hacer chanzas del vello facial de una mujer mayor) y poco estimulantes. Obra rutinaria, que incorpora un romance tan prototípico que da grima, resolviéndose de una forma tan ordinaria y previsible que te deja frío. Buñuel dijo de este film: “Hacer esta película me divirtió porque me ejercitaba técnicamente. Me entretuve con el montaje, la estructuración, los ángulos... Todo eso me interesaba, porque aún era yo un aprendiz en el cine digamos «normal»."

Todo el mundo se aprovecha de, un gracioso, borrachín y rico viudo. Sus hijos, y, su vago hermano, y su cuñada todos pretenden no hacer nada y vivir a su costa. Su otro hermano intenta ayudarle haciendo creer a todos que Ramíro se ha arruinado y su familia debe trabajar para sobrevivir.

Es el retrato de una familia de parásitos encabezados por un patriarca alcohólico Ramiro de la Mata (Fernando Soler). por la pérdida de su esposa. Y entonces vemos que todo el mundo se aprovecha de él, su prole donde su hija Virginia (Rosario Granados), se quiere prometer a un cazafortunas, el hijo Eduardo (Gustavo Rojo) ha dejado la universidad por no necesitar estudiar por la plata de su viejo, además tiene adosados (no se sabe porque maldición) a su hermano inútil, Ladislao (Andrés Soler), y la esposa de este, Milagros (Maruja Griffel), una hipocondriaca tan improductiva como su marido, viviendo todos de la sopa boba del negocio del patriarca. También se aprovechan los criados de la casa, y sus empleados en su empresa. Pero entonces, tras un percance, llegará su hermano útil Gregorio (Francisco Jambrina), que trama un rocambolesco plan para darle una lección, un plan que parece pertrechado por el enemigo sin pies ni cabeza. No siendo suficiente con esto el guión da una vuelta de tuerca que lo hace todo aún más esperpéntico. Donde los momentos de humor no te levantan ni una mueca en una historia sin chispa alguna, con un desarrollo convencional, para desembocar en un rush final apresurado y sin capacidad de tocarte fibra alguna. Que el argumento pretenda que te rías de que una familia acomodada ahora tiene que ponerse a trabajar resulta cuando poco burdo (siendo benévolo), pues más allá de esto poco más hay, solo destacar, por hacerlo con algo, la actuación cantinflesca de Fernando Soler en un papel que da bien el pego con la vis cómica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow