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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
7
Drama. Cine negro Después de cometer un atraco en el que su marido resulta muerto, Marie Ellen (Eleanor Parker), una joven de clase media, ingresa en la prisión del Estado. Tras ser sometida a un reconocimiento médico, se entera de que está embarazada. Tras dos semanas de depresión en la sala médica de aislamiento, Marie tiene una entrevista con Ruth Benton (Agnes Moorehead), una superintendente amable y humana que lucha contra los viejos métodos penales. (FILMAFFINITY) [+]
6 de septiembre de 2009
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estupenda película clásica que se engloba dentro del género carcelario, esta vez en clave femenina. Va con mensajito, lección y moraleja incluida, por lo cual se le adivina el dignísimo objetivo de romper una lanza a favor del ser humano y en contra de sus sistemas para convertirlo en un elemento útil de la sociedad.

La película, a pesar de los temas que trata, resulta sorprendentemente poco cruda, pero esto a la postre resulta ser una ventaja: para transmitir la idea de que el sistema de prisiones no funciona, no le hace ninguna falta cargar las tintas melodramáticas. Lástima que a su impecable factura y excelentes interpretaciones (Eleanor Parker, absoluta reina de la función, pero ni Emerson ni Moorehead se quedan atrás) se sume un desarrollo sumamente tópico y un tratamiento de ingenuo humanismo que por momentos resta credibilidad a la historia.

Sin embargo, hay un detalle que me ha encantado y que también señala Gilbert: las mujeres en la cárcel se comportan como mujeres. El clásico personaje de guardiana cabrona es una guardiana cabrona, no la versión con faldas del celador hijoputa; la líder natural, se comporta talmente como toda una señora: la vieja chalada que lleva toda la vida en el cárcel es maliciosamente femenina; y lo más importante, la protagonista, tras muchas frustraciones y denegaciones de la condicional, sólo se derrumba en el momento en que le tocan la estética. Y no es ninguna frivolidad pero hay que conocer mucho a las mujeres para entenderlo.

Viéndola recuerdas aquella frase de "Cadena perpetua"..."Cuando entré en la cárcel, yo era un hombre honrado y aquí me he convertido en un ladrón"...
Neathara
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