Uno a uno, cada persona de una nación innominada, va cayendo preso de una ceguera blanca. Todos, excepto una mujer, que se hará cargo de un pequeño grupo de ciegos aislado en cuarentena en un hospital. Esta sinopsis, que en un plano realista resulta absurda, sólo puede corresponder al territorio alegórico, aunque creo que el director y guionista han soslayado esa posibilidad y han creado una propuesta que pretende ser plausible y encuentra -como es lógico- a un espectador preguntando y porqué fulano hace esto y porqué mengana se deja lo otro, pero no debería ser así, cuestionar la lógica de los actos aquí debería ser como cuando se cuestiona en un poema de Lorca que si es físicamente posible que alguien lleve trescientas rosas morenas en su pechera blanca.

En puridad, lo que hay es película que podría enclavarse tanto en el género apocalíptico o en el de zombies, sólo que estos zombies parecen haber devorado a todos los humanos. La diferencia que marca con respecto a estos géneros es la principal baza de "Blindness": el poderoso artefacto visual y sonoro que se marca Meirelles y su equipo, una apuesta integral por la forma muy por encima del fondo. Es como si quisiera decirnos Mereilles que él hace cine, no historias.

Resulta notable la manera en que están utilizadas luces y sombras, los flashes blancos y la imagen borrosa. A ratos, somos casi tan ciegos como los personajes que recorren esa ciudad. La música se utiliza sin abusar de lo dramático, destacando sobre todo la percusión integrada con los golpes-guía de los ciegos. Hay escenas de hermosa composición, otras tan asépticas como un anuncio de BMW. Sobra la voz en off. La interpretación de Moore es muy buena.

Sin embargo, el ritmo lento y esteticista del filme puede desanimar a algunos. Recomiendo un poco de paciencia. "Blindness" es una película que necesita desenvolverse con calma, ya que va construyendo su propia y particular atmósfera poco a poco. Es una obra llena de fallos -algunas opciones estéticas son discutibles- pero también llena de pequeñas sorpresas y alicientes al alcance de cualquiera que sepa mirar.

Con respecto al libro de Saramago, en efecto sí era una historia alegórica y no una odisea a lo "The Road", pero hay que decir en favor de "Blindness" que siendo mucho más limitada a nivel trascendental, resulta bastante menos coñazo.