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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
3
Intriga Trece invitados acuden a una fiesta en casa del célebre actor sir Charles Cartwright. Una noche desafortunada para el reverendo Stephen Babbington, quien, tras probar un cóctel, cae muerto. Cuando el vaso vuelve del laboratorio sin que se hayan detectado rastros de veneno, el detective Poirot tiene que enfrentarse a un gran misterio. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2020
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Terminando de ver “Murder in Three Acts” (1986) de Gary Nelson con Peter Ustinov, Tony Curtis, Emma Samms, Jonathan Cecil, Fernando Allende, Pedro Armendáriz Jr., Lisa Eichhorn, Dana Elcar, Frances Lee McCain, Marian Mercer, Diana Muldaur entre otros.
Película de suspense, basada en el libro “Three Act Tragedy” (1934) de Agatha Christie; e inicia cuando el asistente de Hercule Poirot, El Capitán Arthur Hastings, lo llama a Acapulco, México, donde puede escribir sus memorias; pero Hastings lo arrastra a una fiesta poblada con sus nuevos amigos… donde 2 de los invitados mueren por envenenamiento; por lo que Poirot debe actuar antes de que el asesino vuelva a atacar.
Ver a Peter Ustinov interpretar a Poirot siempre es un placer, aunque en las 5 veces que lo ha hecho, esta es su última película televisiva, Ustinov parece haberse vuelto más superficial, confiando en una variedad de tics y gestos diseñados, al parecer, para divertirse tanto él como la audiencia; mientras que Hastings es retratado como un gran bufón que es, y se mantiene firmemente en segundo plano, tratando de parecer terriblemente interesado sin decir prácticamente nada.
Y es que “Murder in Three Acts” (1986) es una película hecha para televisión y, por tanto, parece pequeña y barata; además, los sospechosos parecen demasiado “normales”, sin personajes realmente excéntricos, y las mujeres parecen especialmente suaves e indiferentes.
No obstante, la técnica del engaño es como siempre excelente; pero cuando todo sale a la luz, algunos de los hilos menores del motivo, no convencen del todo.
En resumen, la reconstrucción verbal culminante de los crímenes, que es tradicionalmente al final, es tan deliciosa como siempre; siendo la típica de Agatha Christie, llena de tipos con talento que se comportan sospechosamente.
“Estrellas de cine, martinis envenenados… todo en un romántico Acapulco”, más bien parece un James Bond de misterio, algo que hoy Kenneth Branagh ha cambiado, dándole un horroroso tono de superhéroe al gran detective.
RECOMENDADA.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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