Si buscas sustos, miedo con las apariciones paranormales y gore, esta no es tu película, para nada. Pero sin tener ninguno de estos tres ingredientes que hoy en día son la base del cine de terror, tiene algo de lo que muchas películas del género deberían tener: originalidad y una tensión constante que hace que te suba la adrenalina hasta límites insospechados.

Intriga, golpes a un ritmo afixiante, rapidez en el guión y eficacia son los componentes de esta película que, junto con unas actuaciones notables, crea una atmósfera que te seducirá y agobiará en el buen sentido de la palabra.

¿Lo peor? que la etiqueten como película de terror cuando no es terrorífica sino intrigante.

¿Lo mejor? Todo lo ya dicho.

Recomiendo esta película a cualquier público que sepa apreciar la creación de atmósferas y que disfrute con el agobio y sufrimiento que causan estas cuando son efectivas.