Tim Burton realiza una buena película, nos da que pensar, hace que nos sintamos incómodos en nuestros asientos, pero de Burton uno siempre espera más, espera ese universo tan peculiar suyo y probablemente ese sea el mayor error en el filme, en la idea preconcebida de que vamos a ver un Burton y luego no está lo que uno espera de él.
Lo mejor es ir a verla sin conocer a su director, verla de una manera casi virgen, y es entonces cuando uno disfruta de una buena película, de una historia con mucho mordiente, que te hace pensar, de una ambientación fantástica, del impagable Danny Elfman y una más de sus estupendas bandas sonoras, de unos actores magníficos, tanto Amy Adams como Christoph Waltz están excelentes.
No te defraudará.