The Dead Room, o La Presencia, trata de dos científicos y una joven médium que son enviados a investigar una granja cuyos propietarios afirman que está embrujada, la puta madre ya sabemos de qué va esta mierda. El escepticismo de los hombres de ciencia no tarda en resquebrajarse, encuentran un ente dispuesto a proteger los secretos de la casa, secretos que en la puta vida van a desarrollar en el film.

Y para terminar de cagarla, te dicen que está basado en uno de los casos de actividad paranormal más famosos ocurridos en Nueva Zelanda.

Ahora bien, ya es muy difícil hacer una película sobre esta temática que funcione, de cazafantasmas supuestamente basado en hechos reales, hecha con dos mangos.

Es la misma mierda que el film del 2011 "Apartment 143", o conocida también como "Emergo", solo que con menos gracia.

Por suerte esta mierda no llega a la hora y media; y el final es de los más malos que he visto en este género, no sé si se quedaron sin presupuesto, o si se dieron cuenta que estaban filmando una bosta, o simplemente se aburrieron.