No cabe duda que detrás del genio de Burton existe un ser humano que se refleja en cada una de sus obras cinematográficas. En el Gran pez, Burton proyecta algo de la relación con su padre y nos hace reflexionar sobre lo complicado de las relaciones humanas y en especial de la relación padre-hijo. Qué complicado poder conocer y valorar al padre que nos dio además de la vida genética, la vida intelectual y la emocional y aceptarlo tal y como es. La lección de vida que vemos en la película es inolvidable, al final, el viejo mentiroso no lo fue del todo, ahí estaban, vivos, los personajes de su vida.
Por otro lado se ha dicho que esta es la mejor película de Tim Burton, es posible, si no es la mejor es en la que más se deja ver como ser humano y despliega toda su genialidad sin límites.
Vale la pena y la gloria verla y disfrutarla.