Bueno, no soy un importante crítico cinematográfico, ni tampoco puedo aportar mucho mas al resto de comentarios ya ofrecidos, ni siquiera sé si el asombro de esta película me llega por el estado moral que atravieso en estos momentos; lo que si puedo afirmar es que se trata de una película entrañable. Aunque lo que más me llamo la atención es la frase final de Ernesto; "sigo teniendo las piedras pero no soy geólogo, estudio medicina" Y es que, en principio, lo fatídico que parece no querer recordar Ernesto, es la aparición de José Sacristán, pues parece se trata de un futuro traidor que rompera esa fuerte unión entre Federico Luppi y Cecilia Roth no sólo de forma amorosa sino de forma política y moral pues entra de lleno todo lo que ambos han creado, incluso arrebatandoles en cierto modo a Ernesto pues él parece idolatrarlo. Pero lo que realmente ocurre no tiene nada que ver, y no hay una mejor frase para mostrar que esa unión familiar era impenetrable, pues creo q lo que nos quiere decir es que por mucho que me gusten las piedras, y por mucho aprecio que pueda llegar a tener a ese gallego que parece va a arrebatarle todo lo que Federico Luppi ha creado junto a su familia, no sigue sus pasos, sino los de su progenitor, pues Federico Luppi desarrolla un papel de un perfecto educador que deja a su mujer y a su hijo con un gran sentido moral, al igual que me ha transmitido a mi. Es por ello por lo que defino esta entrañable película como un gran regalo moral para el espectador.