Discreta y pasable producción de terror que tiene como protagonista indiscutible a un poderoso cocodrilo dando guerra, el resto no ofrece novedades reales y todo se nutre de unos efectos digitales moderadamente acertados. Para ver una vez y poco más.

Por la temática y por los integrantes del reparto de Mandíbulas, me atrevo a decir a que es una de las películas que son del agrado de Quentin Tarantino, terror de serie B, con buenas dosis de entretenimiento.