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Voto de lyncheano:
8
5.1
7,000
Drama. Intriga. Fantástico
Diez años después de la repentina muerte de su marido Sean, la bella Anna (Nicole Kidman) acepta casarse con Joseph (Danny Huston). Pero un día Anna conoce a un niño (Cameron Bright) muy peculiar, que dice ser la reencarnación de Sean, y que le pide que no se case con Joseph. El nombre del niño: Sean. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2007
99 de 110 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película preciosa, que te hace pensar no sólo en aquello que puede haber tras la muerte (la cuestión fundamental de cualquier rama del arte y en ocasiones también de la ciencia), sino también en el extraño mecanismo que controla nuestras emociones y sentimientos en vida. ¿Qué es el amor? ¿De qué nos enamoramos realmente? Una bella mujer (Nicole Kidman) pierde a su marido cuando este sufre un repentino ataque cardíaco mientras hacía ''footing'' una fría mañana de otoño. Tiempo después, cuando la pobre mujer comenzaba a rehacer su vida y se había llegado a comprometer con otro hombre, aparece un niño que asegura ser la reencarnación de su marido muerto. El hecho de que sepa todas las intimidades de la pareja y de que reaccione de una manera tan convincente, comportándose con la absoluta seguridad de saber que en realidad es quien dice ser, hace dudar al personaje encarnado por Nicole Kidman de si realmente se pudiera tratar de él, del que había sido su vida entera, enfrentando sus sentimientos con las propias convicciones de una educación clásica basada en las leyes lógicas de la vida y la muerte, creando un conflicto (posiblemente sin retorno ni resolución) con su familia, con su prometido, con el niño y con su propia alma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Su único y verdadero amor se ha reencarnado en un niño. La mujer llega a enamorarse de ese niño, o al menos de lo que él representa, hasta tal punto que comienzan a planear su fuga juntos (quedando su prometido en evidencia, pues demuestra ser una persona violenta e irascible, que no sabe llevar la situación que se le ha venido encima y llega incluso a lanzarse contra el chiquillo para pegarle). La cinta transcurre en una atmósfera de profundo dramatismo emocional, dejando que los protagonistas y los propios espectadores vayan asimilando tan violenta situación. Sin embargo, tras el encuentro de una ''amiga'' de ella con el niño, se nos desvela la realidad de todo este asunto: el chico fue traicionado por su imaginación y creyó ser esa persona al encontrar las cartas que su mujer le escribía y que este ni siquiera leía con el propósito de mostrarle a su amante, la propia amiga de Kidman (encarnada por Anne Heche), que realmente era a ella a quien amaba. Al principio de la película vimos cómo esta mujer acudía al cumpleaños de la protagonista con todas esas cartas sin abrir como regalo, pero en el último momento no se sintió capaz de hacerlo y las enterró cerca del piso donde vive la Kidman. Nosotros no somos conscientes entonces de qué es lo que contiene ese paquete ni de quién es esa persona que huye llorando del cumpleaños. Al parecer, el chico las encontró después y en su mente creó una situación probablemente irreversible para los implicados, pues en el final de la cinta aparece Nicole vestida de novia para casarse por fin, pero en un momento dado echa a correr llorando hacia la playa: ese chico le ha abierto los ojos, le ha hecho descubrir que no quiere a esa persona con la que se va a casar tanto como quería a su marido (quien le era infiel sin que ella lo supiera, tal vez el aspecto más oscuro, triste y a la vez interesante de todo esto), pero sobre todo descubre que se ha vuelto a enamorar, y no necesariamente del chico, ni de su marido. Se ha enamorado de su recuerdo. Para enfatizar este huracán de sentimientos, Glazer utiliza unos certeros planos largos para mantener la concentración e implicación total de los personajes, y así poder mostrarnos la creciente angustia y esperanza de Kidman ante la posibilidad de esa reencarnación que cambiaría el resto de su vida. La cinta también cuenta con las magníficas interpretaciones de un reparto envidiable (aunque pasara por taquilla sin pena ni gloria, y tampoco fuera especialmente alabada por la crítica), y con un inteligente montaje. Podemos pensar que traiciona su maravillosa e inquietante premisa inicial, pero la verdad es que consigue dar un paso más allá, hacia otra idea más realista y aterradora: el verdadero sentido del amor, de la nostalgia, del recuerdo, de la traición... Una película profunda y desgarradora, deliciosamente melancólica y a todas luces infravalorada; de esas joyas que salen muy de vez en cuando aunque la gente parezca no darse cuenta de ello.