Tom Hooper o los productores parecen tener un concepto equivocado de lo que significa el género musical. Puede que dentro del teatro los musicales se basen gran parte de sus obras en canciones, pero ya he dicho, en el teatro. Esto es cine y si vamos a los clásicos de films musicales (Cantando bajo la lluvia, Siete novias para Siete hermanos, West Side Story, Grease,...) vemos que cada una ellas estan proporcionadas en base a un equilibrio entre diálogos y canciones. Esa es la esencia del cine musical. Aqui es todo al contrario. Y lo peor es que destruyen el trabajo que hacen de forma magistral des de el apartado de vestuario (mucha suerte al español en los Oscars), dirección artística, pues en escena y grandes actuaciones. Es triste pero cierto, Hooper pone su propia soga en el cuello. Manda ese trabajo a la borda en pos de un 90% de film cantado. Lo que provoca que hace muy pastoso el visionado para el espectador al cual se le acaba haciendo rancio el film.

Lo mejor: Parte técnica.
Lo peor: La dirección.