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Voto de Joan Ramirez:
3
Drama. Comedia Matt King (George Clooney), casado y padre de dos niñas, se ve obligado a replantearse la vida cuando su mujer sufre un terrible accidente que la deja en coma. Intenta torpemente recomponer la relación con sus problemáticas hijas -la precoz Scottie, de 10 años (Amara Miller), y la rebelde Alexandra, de 17 (Shailene Woodley)- al tiempo que se enfrenta a la difícil decisión de vender las propiedades de la familia. Herederos de la realeza ... [+]
19 de febrero de 2012
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Los Descendientes” constituye mi segundo desencuentro con lo hawaiano en poco tiempo (pizzas aparte). El primero fue un CD aparentemente prometedor en el que las tres primeras pistas, con sus buenos cuatro o cinco minutazos, eran sencillamente el sonido del océano en sus diversas tesituras. La cuarta pista, aún más larga que las anteriores, reflejaba los sonidos de una aldea: el chisporroteo del fuego, la algarabía de los niños, el ladrido de los perros (entre medianos y pequeños), y el sonido de algún coco cayendo al suelo (creo). Harto de la tomadura de pelo, detengo el CD y lo devuelvo a la biblioteca.

En ese punto estaba cuando mi subconsciente, traidor y ladino como es, hambriento de ukeleles y gorgoritos, me lleva a ver Los Descendientes. Y ya se sabe: la abstinencia previa es la madre de todas las sobredosis. De verdad te digo que si no te gustan estos tiroleses, cantantes y nudistas, que son los hawaianos, deberías abstenerte y no ver la peli.

Y ahora, a ver si se acaba la tontería y escribo algo con fundamento. Por puntos, que es más fácil.

- Alexander Payne rueda con una sosería impresentable. Dios me libre de pedirle al mundo del cine que sólo nos dé directores como David Lynch, pero señor Payne de mis dolores (nunca mejor dicho), un poquito de intencionalidad, por favor.

- Mi consideración sobre el talento interpretativo de George Clooney declina. Empiezo a pensar que, dentro de los que dan el pego, hay dos tipos de actores: los que simplemente se esmeran y los que, además, huyen de interpretarse a sí mismos, intentando crear algo “diferente” para cada ocasión. En “Comando Secreto” (1968), una película de Paul Newman, cómica y bastante desconocida, este otro galán indiscutible da toda una lección de profesionalidad en un film no especialmente sobresaliente. Cuando George Clooney quiso hacer reír con “Los hombres que miraban fijamente a las cabras” (2009) nos llevó a todos al borde del patatús. Y aquí está cerca de conseguirlo de nuevo. Huelga decir que el director del film tampoco le ayuda en absoluto: tan pronto lo arrastra al dramatismo de sobremesa y hospital, como que lo ridiculiza haciéndolo correr en chancletas o escondiéndose tras unas matas para espiar al amante de su mujer.

- ¿Y el tema? ¿El ecologismo? ¿La codicia? ¿El valor de lo ancestral? ¿Las relaciones con los hijos adolescentes? ¿La infidelidad? ¿El perdón? ¿La incomunicación en la pareja? ¿La adicción al trabajo o al alcohol, que veladamente se insinúa de la mujer en coma? ¿La eutanasia? Pues todos ellos y ninguno en particular, como un plato que tiene de todo y no sabe a nada.

- Y de postre un helado y un documental del National Geographic para para poner las cosas en su sitio.

¡¡Me cago en diez, ya me pueden esperar sentados en Hawai que no habrá tercera oportunidad!!
Joan Ramirez
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