Creo que me ha ocurrido lo contrario a lo que opina la mayoría de la crítica y el público: Me convence más la segunda mitad del film que el principio. El falso documental me resultó abrumador en cuanto a ritmo y exposición de hechos, no dejándome respiro para sentir interés por el trasfondo de la historia. La metáfora sobre la xenofobia es poco impactante: Me parece que la intolerancia es un tema suficientemente polémico en la vida real como para que haga falta explicarlo con marcianitos. Si el objeto es el contrario, dar fuerza a la propia historia de la película (servirse del tema para que sintamos más empatía por los aliens), me parece innncesario: ya se ha planteado mil veces en la historia del cine la rivalidad entre invasores (aliens) e invadidos (humanos), ya fuera con unos u otros en el rol de malos, y no hizo falta llevarlo a ese extremo para que funcionase; aquí, desde luego, no lo hace más por ese prentendido realismo documental.

Ahora bien, cuando la película se convierte en una trama de ciencia ficción y acción sin más pretensiones, se vuelve todo lo entretenida que requiere este tipo de películas; es decir, ni más ni menos de lo normal o de lo de siempre, pero entretenida al fin y al cabo. Y muy bien hecha, con unos efectos especiales muy buenos y poco abusivos. El argumento resulta angustioso, tenso, y la acción no entorpece su desarrollo; tampoco es una acción increíble o en plan famtasmada, sino que los hechos se van desarrollando a trompicones y sin salirle todo perfecto a los protagonistas, como es lógico en las circunstancias tan complicadas en las que se ven innmersos.