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España España · sevilla
Voto de Jlamotta:
7
Thriller. Acción. Drama. Cine negro Durante el día, Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, lo mismo le busca directores de cine y televisión que criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver comienza a cambiar el día en ... [+]
17 de octubre de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los nuevos (anti)héroes no disparan una pistola en 100 minutos de metraje. Usan martillos, porras, objetos, las extremidades o como recurso extremo, las culatas de sus armas como representación simbólica del desprecio a esos mitos a una pistola pegados como Charles Bronson, Dolph Lundgren o Steven Seagal. El personaje construido por el guionista Hossein Amini a partir de la novela de James Sallis se diferencia de Bourne y del Bond moderno únicamente en ese aspecto, ya que en frialdad, dureza, obcecación y determinación son idénticas. El hielo y el cálculo contra los enemigos del bien, aquí muy marcados y perfectamente personificados por Albert Brooks y Ron Perlman. La primera escena del film nos explica en 5 minutos como es nuestro protagonista: obsesionado con el reloj en un atraco en el que él solo conduce. Ese es el gran problema de la película que brillantemente ha confeccionado Nicolas Winding Refn. Todo destila matemáticas, incluso los sentimientos de los personajes, frialdad, distancia psicológica con ellos y demasiadas veces confunde la grandiosidad con la pretenciosidad debido a un uso demasiado sofisticado de la música y a un ralentí amargante por momentos. Rueda de la misma forma la acción y el romance entre Gosling y una hermética Mulligan, provocando esto una escena (para mi gusto) bochornosa como es la del ascensor. A veces la forma condiciona el contenido pero en algunas ocasiones simplemente lo expone al ridículo.

Hasta aquí lo más criticable de un film que, por otra parte, juega bien las cartas del homenaje y la reivindicación de un tipo de cine inspirado en los 70 (con una banda sonora repleta de títulos míticos de la época) pero con alusiones a la última década. De esta forma, nos encontramos con una mezcla del McQueen de Bullit, planos cenitales a lo Crash, la textura de Traffic y, sobre todo, mucho Michael Mann, el mayor referente visual de la película. El Dilema, Collateral, Corrupción en Miami y, más que nada, Heat están presentes en cada fotograma visualmente pero técnicamente, Windong Refn opta por un estilo de dirección alejado del cineasta americano. Es en las persecuciones donde más se nota el pulso del danés, suponiendo una revolución en el género desde la primera Bourne. Tanto director como guionista tienen las ideas muy claras de a donde conducen al espectador en cada momento con una estructura estudiada que se divide en empatización con personajes (donde Bryan Cranston nos gana desde el principio), consolidación de la historia de amor de la pareja Gosling-Mulligan, problemas y media hora final con un apoteósico ajuste de cuentas entre buenos y malos (es lo peor, que no hay grises) donde la sangre y la imaginación al ejecutarla brillan de manera impoluta.

Sigo en spoiler pero no es spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jlamotta
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