La película no se recrea en los asesinatos y busca ahondar un poco en la cabeza y en las razones, en la personalidad, analizando y desarrollando las bases de lo que suele pasar cuando no se hacen casos a las señales. Destacaría de forma negativa la luz, difuminando por momentos el enfoque, que seguramente se hizo a propósito, pero yo noté cierta molestia por el excesivo uso de la penumbra. Me gusta la duración, ya que al saber de la historia real, esperaba algo bastante más denso.

Jessica Chastain, que da igual que le tires un balón que una mesa, es capaz de manejar a su antojo su personaje, ofreciendo un repertorio de sentimientos y logrando que empatices y te sientas parte de su situación y todo ello frente a un soberbio Eddie Redmayne, que no deja que apartes la mirada en ningún momento. Actuaciones brutales y sin un ápice de sobreactuación. Se nota el cuidado en todo el reparto, que otorgan una credibilidad más allá del típico "basado en hechos reales".

Noah Emmerich y Nnamdi Asomugha, ofrecen un compromiso total, dando volumen al caso y destacando notablemente en el reparto. Cada uno con su firma en modo golpe sobre la mesa.

Podrían haber estirado el chicle con una miniserie, habría dado para ello, pero se agradece que en ocasiones no sea así y aunque te quedes con ganas de saber más, no importa, porque la base de lo que pasó está contado y si quieres profundizar un poco más, basta con teclear en Google.

Recomendable!