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Voto de Dani Maverick:
8
Comedia. Drama Dos enfermos terminales de cáncer, de caracteres y mundos completamente opuestos, entablan amistad. Edward Cole (Jack Nicholson) es un engreído millonario mientras que Carter Chambers (Morgan Freeman) es un modesto mecánico. A pesar de todo, deciden emprender juntos un último viaje para poder hacer, antes de morir, todas las cosas que siempre han deseado. (FILMAFFINITY)
14 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien cuando nos cruzamos con dos leyendas del cine solemos esperar que nos depare ante nuestros ojos algo magnífico del estilo de una fusión entre Desafío Total y La Jungla de Cristal (que quieren que les diga, puede que un día suceda), no es siempre cuento habitual de ese género cuando se cruzan los caminos de dos titanes del cine.

Por si aún no se habían dado cuenta tras leer el título del film que trato hoy, les hablo de Morgan Freeman y Jack Nicholson. En pleno auge y cima de su carrera, protagonizaron bajo la tutela de Rob Reiner una comedia donde la crítica a la muerte va más allá que un juego de lágrimas.

Y ello es comentado debido a que la muerte no es algo que tomarse con tristeza. Según el personaje de Freeman “una vez se hizo una encuesta para saber si la gente desearía saber cuando le tocaría morir. Un 96% dijo que no, pero yo pertenecía al otro 4%. Pero me equivoqué”. Sí, será triste y todo lo que ustedes piensen, pero estos dos titanes consiguen que durante el resto del metraje, nos sintamos más vivos que nunca a su lado, haciendo travesuras y viviendo experiencias inimaginables a lo largo y ancho de este mundo.

Un guión basado en los diálogos de a dos, las partidas de cartas, los deseos de una lista, y las preguntas del Jeopardy!. Todo ello enlaza muy bien, como si de una alfombra persa bien cosida se tratase. Con elegancia, con énfasis, con ironía, y con sátira. Podemos encontrar al presidente negro Lucius Fox que jugaba a ser Dios viajando al lado de un egocéntrico Joker que atemorizaba a través de puertas rotas voceando “Aquí está Jack”. Pero esto no es un duelo de interpretaciones emulando los grandes personajes que han interpretado estos actores, son unas pequeñas vacaciones para ellos, para los que les rodean, y para el público.

El film, evitando el tema tabú de la muerte, nos permite disfrutar de un buen encuentro, como cuando se juntan a jugar a las cartas una tarde de domingo con sus amigos, o cuando cogen la mano de la persona que quieren. Vamos, que reflejan esos pequeños detalles sin importancia de la vida que pueden escapar a nuestra comprensión y que no nos damos cuenta de lo importantes e irremplazables que pueden llegar a ser.

Dirección sublime, interpretaciones espectaculares, y un guión muy agudo. Quizá falle algo la banda sonora por destacar poco, pero tampoco le haria falta. Incluso algún pequeño detalle en el doblaje, por ejemplo. Cosas así las dejo a su elección una vez le realicen un visionado. Pero señores, no se preocupen, nadie es perfecto.

Solo recordar, no olviden hacer su lista. Ya me entienden de qué tipo debería ser.


Lo mejor: los diálogos, desde los divertidos hasta los dramáticos

Lo peor: falta de presencia de la banda sonora, y de un actor tan carismático como Sean Hayes, que podría haber dado más de sí.
Dani Maverick
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