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España España · Asturias
Voto de barbara12:
5
Serie de TV. Drama Serie de TV (2017). 8 episodios. Basada en la novela homónima de Philippa Gregory y secuela de la miniserie de la BBC, "The Wite Queen", la serie nos cuenta la historia de Isabel de York, hija de la Reina Blanca, y su matrimonio concertado con Enrique VII, y aborda uno de los momentos más tumultuosos de la historia británica desde el punto de vista único de las mujeres que fueron piezas fundamentales en la batalla por el poder.
15 de diciembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Revisión de la novela homónima de Philippa Gregory, "The white princess", que cuenta en clave de novela romántica narrada en primera persona el reinado de Elizabeth de York, madre de Enrique VIII, y su rivalidad con el que fuera su marido, Enrique Tudor por el trono inglés y sus lealtades.

Esta novela de la princesa Blanca es posterior a la primera parte con "The White queen", el libro que cuenta la vida de Elizabeth Woodville, madre de Elizabeth of York, al igual que la serie de La Reina Blanca es superior a esta presente. Y es que "The White Queen" está rodada con más desenfado, más atrevidamente, con un presupuesto mucho más exorbitado que "The white princess" y claro está, con un reparto rico y variado, con actores escogidos para los personajes que interpretan directamente por sus cualidades y su personalidad.

"La Princesa Blanca" adolece de un mal reparto, débil, que no ha sabido aprovechar a los actores originales, que eran perfectos. Los originales actores que intepretaban a Enrique Tudor y a Lizzie de York eran Freya Mavor y Michael Marcus respectivamente. Dos actores que no tuvieron desgraciadamente la oportunidad de interactuar mientras transcurrió "La Reina Blanca", y que de haberlo hecho hubieran tenido mucho más en común con los pesonajes históricos desde luego que los actores que acabaron poniendo.

Y es que esta Lizzie de York va de supermujer, en una época donde no podías ni quitarte las medias sin el permiso del rey. Sus apariciones se reducen a una serie de escenas por donde se pasea airada por el castillo despreciando las órdenes de su marido, con la pechuga fuera y dando movimientos de su cabeza a su larga melena rubia suelta como si estuviera anunciando un champú.
El resto de personajes están interpretados por actores débiles de pulso, que no resultan, ni tampoco logran deslumbrar encarnando a ninguno de esos personajes. Solamente una, Essie Davis, lo consigue con su interpretación de reina viuda. Este pesonaje sigue conservando su dulzura y femenino toque a pesar de haber cambiado a Rebecca Ferguson. Asímismo la gran revelación de la primera temporada fue Margueritte Beaufort, la madre del rey que aquí interpreta una anodina actriz que no tiene nada que hacer frente al brillo de su personaje cuando era joven.

Las lealtades se dividen en esta serie, obteniendo una información completamente errónea acerca del reinado de los Tudor y de la auténtica Elizabeth de York, que seguramente poco no nada tenía que decir acerca de los planes de su marido. Ni qué decir tiene que han convertido a Elizabeth de York en un putón verbenero que tan pronto acaudilla una causa como otra demostrando la pobre escritura del show: tan pronto apoya a su hermano perdido y piensa traicionar al rey, como hace oídos sordos a la causa York y le lame el culo a Enrique Tudor, con el que tiene una relación compleja.

Los nuevos actores, Jodie Comer y Jaco Collins tienen química, pero la simpleza de la narración rompe la historia con otros personajes escritos solo para llenar el vacío, un vacío tan grande que hace que la Guerra de las Dos Rosas se detenga ante el vestuario tan barato y mal arreglado, los escenarios desnudos de muebles casi, la pobre iluminación y la absurda línea temporal y el nulo respeto histórico. Al final cuentan lo que quieren, como y para lo que deseen, no tienen en cuenta nada más, lo cual es triste. Pero ni Enrique VII era un mendigo de amor ni la reina Helena de Troya.
Tampoco creo que saliera a volar en escoba cada noche.
Poco rigor histórico y cero como folletín romántico en ocasiones, eso se encuentra, pero también escenas increíbles y un morbazo tremendo cuando Enrique VII intuye que su esposa desea su trono.
barbara12
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