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Voto de Rubén Sánchez Díaz:
10
Ciencia ficción. Intriga. Thriller Año 2027: el ser humano está al borde de la extinción: los hombres han perdido la capacidad de procrear y se ignora por qué razon todas las mujeres del planeta se han vuelto estériles. Al mismo tiempo, el mundo se estremece cuando muere un muchacho de 18 años, la persona más joven de la Tierra. Se vive, pues, una situación de caos galopante. En tales circunstancias, Theo (Clive Owen), un desilusionado ex-activista radical de Londres ... [+]
22 de enero de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película debería ser propuesta como de obligatoria visualización en uno de los dos cursos de bachiller. Por un lado porque para aquellas personas con sensibilidad, les conseguiría sacar, como a mí, alguna que otra lágrima en alguna parte de la cinta, desde las brutales escenas en las que se nos muestra la realidad de los inmigrantes refugiados, hasta la belleza de un parto cuyo milagro se va haciendo más y mas deseado a medida que avanza la cinta, fomentando así la empatía tan escondida y mal vista en esas edades; segundo, porque, para aquellos soñadores para los que el cine es una vía de entendimiento de la condición del ser humano, tomarían a Alfonso Cuarón como un referente en esto del séptimo arte, entre otros muchos detalles, por saber adaptar de manera brillante esta trágica descripción de la vida del inmigrante, algo de lo que es plenamente consciente como mejicano que es, en un mundo no tan alejado de la realidad pese a su ambientación 20 años posterior a su estreno; pero, por encima de todo, por la ambientación y descripción tan realista de una sociedad no tan distópica en la que la violencia se apodera de la razón, mostrándonos como se puede malograr el ser humano cuando le hacen creer que está amenazado.

Sin duda las habilidades técnicas que despliega Cuarón a lo largo del filme con esa cámara subjetiva que te hace adentrarte como si fueras un personaje más o con esos planos secuencia tan realistas, realza la crudeza que se va haciendo más y más latente y agónica hasta una sección final en la que una esperanza, falsa quizás, nos da un atisbo de redención que, como seres humanos, siempre buscamos.

La lección moral que nos brinda Alfonso Cuarón, pareciendo haber visto un futuro que en 2006 parecía muy lejano, pero que hoy en día, en plena era Trump, asusta, es una advertencia para esta sociedad que, si ya entonces parecía desviarse del camino de la paz y la concordia, hoy, más que nunca, está totalmente condenada a la autodestrucción. ¿Hasta dónde vamos a llegar?
Rubén Sánchez Díaz
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