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España España · Barccelona
Voto de EL ALBATROS:
5
Western En California, en la época de la fiebre del oro, tres pistoleros asesinan a los padres del joven Max Sand. El muchacho, cegado por el odio y la sed de venganza, emprende la búsqueda de los asesinos y se convierte en un pistolero solitario que se hace llamar Nevada Smith. Western basado en la novela "The Carpetbaggers", de Harold Robbins. (FILMAFFINITY)
11 de julio de 2017
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western discreto con pasajes de aventura y drama carcelario del prolífico Henry Hathaway en el que destaca sus variados y atractivos paisajes naturales, que le proporciona una fisicidad y protagonismo admirable. Tiene un gran casting de actores encabezado por un inexpresivo de rostro granítico, como siempre fue Steve McQueen, un actor excesivamente valorado que encarna a un mestizo de madre india kiowa y padre blanco, poco preparado para la dura vida del “far west”. El film que se inicia con mucho brío, debido a su larga extensión acaba resultando cansino, algo tedioso y sin la tensión que se exige en estas historias de venganza. El film abarca el itinerario físico y moral de Max (McQueen) en busca de tres canallas que mataron a sus padres en busca de oro: Tom (Karl Malden), Bill (Arthur Kennedy) y Jesse (Martin Landau). Pero el ímpetu de su deseo de venganza choca frontalmente con sus carencias personales, analfabeto, inexperto y torpe con el uso de las armas. De ahí que el primer paso sea el de su educación a cargo de un veterano vendedor de munición (Brian Keith), aprendiendo a salir airoso de situaciones difíciles.

Después, el film se articula en tres bloques, cada uno de los cuales corresponde a uno de los asesinos perseguidos: el dedicado a Jesse, que tiene como telón de fondo Abilene y la conducción de ganado; el dedicado a Bill, que transcurre en los pantanos de Louisiana donde se ubica la cárcel del estado; y el dedicado a Tom, enmarcado en tierras californianas durante la fiebre del oro (lo cual da pie para la aparición de un padre franciscano (Raf Valone), amante de los discursos y contrario al “Ojo por ojo”, es decir, la venganza. De ahí que la película desprenda un cierto tono bíblico (las características de la tierra como proyección de la naturaleza del ser humano). El propósito de su reputado guionista, no es otro que servirse de los pasos del joven mestizo (con el que no empaticé nunca), para introducirnos en tres paisajes típicos del western con sus respectivas tipologías: cowboys, saloons, jugadores, prostitutas, presidiarios, ladrones y buscadores de oro. Todo ello, mecaniza el relato: no hay personajes ni situaciones, sólo tipos y convenciones narrativas que sirven de fondo a la trama. El itinerario de Max no posee la necesaria fluidez, dando la impresión de ser un pretexto argumental para justificar dichas convenciones.

La película se salva por sus sólidos profesionales, los cuales se bastan a sí mismos para dar un cierto sentido a la historia. Es decir, como tantas veces ocurre en el cine americano, son los actores secundarios, los mencionados anteriormente incluyendo a Suzanne Pleshette y Janet Margolin, que confieren interés a elementos burdamente esquemáticos y sin carisma. Entiendo perfectamente por qué, este film no figura entre los clásicos del género. Destaca la fotografía expresiva de Ballard y la excelente música del gran Alfred Newman. En definitiva, respeto las críticas fabulosas que tiene el film en esta web, pero en mi humilde opinión, no aporta nada especial ni original que merezca destacarse en la historia del western, peor aún si lo comparamos con los clásicos de Ford, Walsh, Hawks, Mann, no pasa del puro artificio. Siento discrepar de la mayoría pero así lo entiendo yo, gracias por leer mis argumentos.
EL ALBATROS
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