Mi primera reacción al escuchar que iba a haber otra entrega de Toy Story fue desconcierto. Porque tengo que admitir que habían logrado un gran final en la tercera y no creía que se pudiera extender más la historia. Pero no había tenido en cuenta que todavía había una historia que contar, un cabo suelto: ¿Qué le ocurrió a Bo Peep?
Este personaje no tenía mucha importancia en las entregas anteriores, tenía un papel secundario, pero era un personaje simpático y agradable. Además, se notaba que Woody la extrañaba su ausencia ya que ambos eran grandes compañeros. Por lo que saber que había ocurrido con ella y ver el reencuentro de estos personajes me hizo que tuviera más ganar de ver esta nueva entrega.
Tras ver la película tengo que decir que los nuevos personajes son un acierto, dando un toque de humor y carisma a la película. Y han sabido dar una mayor profundidad al personaje de Bo, sin que desentone con la historia contada y puedas apreciar la evolución del personaje por todos los acontecimientos que ha vivido.
La trama después de reflexionar, no es tan superficial como me pareció en un principio: como que los juguetes creados por ti mismo tienen mayor valor que cualquier juguete que puedas encontrar en una tienda (me parece un poco irónico ya que Disney distribuía muñecos de Porky en lugar de enseñarte a hacer tu propio Porky con materiales de casa, por ejemplo), que los verdaderos villanos no son lo que en primer lugar pensaste que lo eran, que a veces no sabemos valorar lo que tenemos…

La animación es impresionante, sobre todo si te fijas en lo detalles (como se ve el hilos en los juguetes de tela, la porcelana, como se comporta la luz dependiendo de las superficie, los volúmenes, el agua,...)

En definitiva, la película es un epílogo muy entretenido. Creo que esta película aún tiene justificación, pero no creo que la saga resista otra entrega más. Si por mi fuera, esta sería la última y el final cerrado apoya esta afirmación. Aunque con Disney no se sabe lo que puede pasar.