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Voto de dovith:
10
2001
8.0
42,085
Serie de TV. Drama
Serie de TV (2001-2005). 5 temporadas. 63 episodios. Narra la vida de los miembros de una peculiar familia de Los Ángeles que posee una empresa funeraria. El día de Nochebuena, mientras esperaba la llegada de su hijo Nate (Krause), su padre Nathaniel Fisher (Jenkins) muere en un accidente de coche. Su hermano David (Hall), un gay que no ha salido del armario, dirige el negocio familiar junto a su dominante madre Ruth (Conroy), mientras ... [+]
22 de mayo de 2013
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un momento de la serie, Brenda Chenowith hace una interesante reflexión "Cuando te quedas sin padres eres huérfano, cuando muere tu pareja eres viudo o viuda, pero ¿cómo se te llama cuando pierdes a un hijo?, supongo que es algo demasiado horrible para ponerle un nombre", a lo que yo añado: ¿cómo se te puede llamar cuando te quedas sin SFU?, una serie cuyo humor se viste de luto para hablarnos de la muerte desde una perspectiva nunca antes mostrada en TV y para la que la punzante y firme mano de su creador Alan Ball, quien recién venía de celebrar su éxito como guionista de la oscarizada "American Beauty", tenía el pulso perfecto. Una impecable mezcla de géneros: el drama, la comedia negra y el realismo mágico se entrelazan para recordarnos que cada día que pasamos sobre la tierra es un buen día.
SFU fue de principio a fin una historia sobre la Muerte, cuya premisa es que la única garantía que se tiene en la vida es que vamos a morir:
1) Los exquisitos títulos de crédito de la "intro", con la magnífica música de Thomas Newman (compositor también de la banda sonora de "American Beauty"), que muestran todo el proceso de la muerte: el alma que abandona el cuerpo, el cadáver llevado a la morgue, su embalsamamiento, el funeral y el entierro, todo ello a través de imágenes simbólicas: un cuervo, luces brillantes al final del túnel, flores marchitándose, viejas fotos...
2) Las muertes iniciales en los episodios, unas veces cómicas, otras desagradables, otras que se convertían en el centro de la trama del capítulo; una especie de juego macabro rollo "adivina quién va a morir". Empezar cada episodio con una muerte ya asentaba un tono único en la serie.
3) La muerte como negocio y como modo de vida. La familia Fisher regenta una funeraria, por eso se dan situaciones que pueden resultar hilarantes, como que muchas conversaciones importantes tengan lugar en la sala de embalsamaje donde se reconstruyen los cadáveres o que Claire vaya al instituto con un coche fúnebre de color verde lima, dentro del que experimentará con las drogas, se liará con chicos, etc.
Pero SFU también es la historia de la muerte de una relación, la de Nate y Brenda, algo que desde casi el principio sabemos que va a suceder, es la crónica de una muerte anunciada. Quizás en algunos momentos vemos un resquicio de esperanza, pero éste es sólo un espejismo que no podrá detener el inevitable desenlace de esta relación. Sin embargo, el espectador sigue queriendo con testarudez que sigan juntos, porque empezamos ese viaje con ellos dos al principio de la serie.
Parecen una pareja imperfecta, pero a veces son justo lo que uno necesita del otro. Ambos cometen muchísimos errores durante el camino de su relación. La pareja se une, se rompe, se une y se vuelve a romper, con terapias para parejas, grupos de adictos al sexo, operaciones quirúrjicas de vida o muerte, embarazos fuera de la pareja, abortos, muertes muy muy sórdidas, bodas, divorcios, porque al fin y al cabo SFU también es un culebrón que tiene todo lo necesario para mantenernos enganchados a la muerte.
Se trata de una relación dibujada con muchos momentos honestos, con unos personajes tan bien escritos y tan bien interpretados por sus actores, con tantos defectos y tantas frustraciones, que parece que estemos ante una pareja de verdad. En un momento determindo, Nate suelta la perla "El amor no es algo que sientes, es algo que haces, si la persona con la que estás no lo quiere, hazte un favor a ti mismo y guárdalo para otra que lo quiera". ¡Madre mía, yo de mayor quiero ser guionista de SFU!, piel de gallina al escuchar lo bien que escriben estos señores y señoras.
SFU fue de principio a fin una historia sobre la Muerte, cuya premisa es que la única garantía que se tiene en la vida es que vamos a morir:
1) Los exquisitos títulos de crédito de la "intro", con la magnífica música de Thomas Newman (compositor también de la banda sonora de "American Beauty"), que muestran todo el proceso de la muerte: el alma que abandona el cuerpo, el cadáver llevado a la morgue, su embalsamamiento, el funeral y el entierro, todo ello a través de imágenes simbólicas: un cuervo, luces brillantes al final del túnel, flores marchitándose, viejas fotos...
2) Las muertes iniciales en los episodios, unas veces cómicas, otras desagradables, otras que se convertían en el centro de la trama del capítulo; una especie de juego macabro rollo "adivina quién va a morir". Empezar cada episodio con una muerte ya asentaba un tono único en la serie.
3) La muerte como negocio y como modo de vida. La familia Fisher regenta una funeraria, por eso se dan situaciones que pueden resultar hilarantes, como que muchas conversaciones importantes tengan lugar en la sala de embalsamaje donde se reconstruyen los cadáveres o que Claire vaya al instituto con un coche fúnebre de color verde lima, dentro del que experimentará con las drogas, se liará con chicos, etc.
Pero SFU también es la historia de la muerte de una relación, la de Nate y Brenda, algo que desde casi el principio sabemos que va a suceder, es la crónica de una muerte anunciada. Quizás en algunos momentos vemos un resquicio de esperanza, pero éste es sólo un espejismo que no podrá detener el inevitable desenlace de esta relación. Sin embargo, el espectador sigue queriendo con testarudez que sigan juntos, porque empezamos ese viaje con ellos dos al principio de la serie.
Parecen una pareja imperfecta, pero a veces son justo lo que uno necesita del otro. Ambos cometen muchísimos errores durante el camino de su relación. La pareja se une, se rompe, se une y se vuelve a romper, con terapias para parejas, grupos de adictos al sexo, operaciones quirúrjicas de vida o muerte, embarazos fuera de la pareja, abortos, muertes muy muy sórdidas, bodas, divorcios, porque al fin y al cabo SFU también es un culebrón que tiene todo lo necesario para mantenernos enganchados a la muerte.
Se trata de una relación dibujada con muchos momentos honestos, con unos personajes tan bien escritos y tan bien interpretados por sus actores, con tantos defectos y tantas frustraciones, que parece que estemos ante una pareja de verdad. En un momento determindo, Nate suelta la perla "El amor no es algo que sientes, es algo que haces, si la persona con la que estás no lo quiere, hazte un favor a ti mismo y guárdalo para otra que lo quiera". ¡Madre mía, yo de mayor quiero ser guionista de SFU!, piel de gallina al escuchar lo bien que escriben estos señores y señoras.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Su relación comienza estigmatizada por una muerte, la del padre de Nate (Nathaniel Fisher), noticia que Nate recibe cuando prácticticamente todavía está dentro de Brenda, tras mantener relaciones sexuales con ella dentro del cuartito de la limpieza de un aeropuerto. Así la relación tendrá una serie de puntos clave que marcarán su evolución y su destino.
1) Nate va a Seattle por cuestiones de trabajo y allí visita a Lisa, una antigua amiga. Unos cuantos episodios más adelante, Nate se encuentra con ella en un supermercado de L.A, ésta le dice que se ha mudado allí y le suelta de golpe que está embarazada y que el bebé es suyo, mostrándole la panzota que oculta bajo su vestido "hippiolo".
2) Brenda, alentada por una clienta suya que es prostituta, hace un verdadero descenso a los infiernos de un escabroso mundo de sexo anónimo, orgías y otros morbosos paraísos sexuales, al más puro estilo de Michael Fassbender en "Shame". Además estas experiencias despiertan su inspiración a la hora de escribir una nueva novela.
3) Al final de la cuarta temporada, Nate descubre cómo murió Lisa, más o menos, porque en ningún momento tenemos la reconstrucción de los hechos a lo CSI, así que nunca llegamos a saber del todo lo que sucedió realmente aquel día en la playa entre Lisa y su cuñado.
4) La boda de Brenda y Nate, dos días después de que Brenda sufra un aborto. Brenda intenta que le retiren el pequeño cadáver de su hijo antes de la ceremonia, pero resulta imposible, así que decide seguir adelante con la boda y casarse llevando el cuerpo sin vida de su hijo en el vientre, convirtiéndose así en una doble ceremonia: por un lado, el enlace de su "amor" y por otro, la muerte de su primer hijo. Esta situación da lugar a momentos bastante siniestros, como cuando Brenda mancha un poco de sangre su blanco vestido de boda, o como cuando la siempre oportuna Ruth pide a Brenda y a Nate hacerse una foto juntos para que queden inmortalizadas las tres generaciones de Fishers, desconociendo ésta que una de ellas ya no está realmente en la foto...
La serie contó con uno de los mejores finales de la historia de la TV, fue el final perfecto para una serie perfecta. Esos últimos siete minutos que ofrecen nuevas direcciones para todos y cada uno de los personajes. El famoso montaje de escenas final con la canción de Sia "Breathe" (nunca más escucharás esa canción sin tener flashes de ese final). Resulta imposible no romper a llorar viendo esos últimos minutos, y no sabes si lloras por las imágenes que estás viendo o porque te has quedado huérfano de SFU. Ese final elevó una serie brillante a la categoría de perfección.
Seguiremos esperando que una serie sea capaz de cerrar una historia como lo hizo SFU o que el Sr. Ball vuelva a sorprendernos con una creación tan lúgubremente hermosa como esta.
1) Nate va a Seattle por cuestiones de trabajo y allí visita a Lisa, una antigua amiga. Unos cuantos episodios más adelante, Nate se encuentra con ella en un supermercado de L.A, ésta le dice que se ha mudado allí y le suelta de golpe que está embarazada y que el bebé es suyo, mostrándole la panzota que oculta bajo su vestido "hippiolo".
2) Brenda, alentada por una clienta suya que es prostituta, hace un verdadero descenso a los infiernos de un escabroso mundo de sexo anónimo, orgías y otros morbosos paraísos sexuales, al más puro estilo de Michael Fassbender en "Shame". Además estas experiencias despiertan su inspiración a la hora de escribir una nueva novela.
3) Al final de la cuarta temporada, Nate descubre cómo murió Lisa, más o menos, porque en ningún momento tenemos la reconstrucción de los hechos a lo CSI, así que nunca llegamos a saber del todo lo que sucedió realmente aquel día en la playa entre Lisa y su cuñado.
4) La boda de Brenda y Nate, dos días después de que Brenda sufra un aborto. Brenda intenta que le retiren el pequeño cadáver de su hijo antes de la ceremonia, pero resulta imposible, así que decide seguir adelante con la boda y casarse llevando el cuerpo sin vida de su hijo en el vientre, convirtiéndose así en una doble ceremonia: por un lado, el enlace de su "amor" y por otro, la muerte de su primer hijo. Esta situación da lugar a momentos bastante siniestros, como cuando Brenda mancha un poco de sangre su blanco vestido de boda, o como cuando la siempre oportuna Ruth pide a Brenda y a Nate hacerse una foto juntos para que queden inmortalizadas las tres generaciones de Fishers, desconociendo ésta que una de ellas ya no está realmente en la foto...
La serie contó con uno de los mejores finales de la historia de la TV, fue el final perfecto para una serie perfecta. Esos últimos siete minutos que ofrecen nuevas direcciones para todos y cada uno de los personajes. El famoso montaje de escenas final con la canción de Sia "Breathe" (nunca más escucharás esa canción sin tener flashes de ese final). Resulta imposible no romper a llorar viendo esos últimos minutos, y no sabes si lloras por las imágenes que estás viendo o porque te has quedado huérfano de SFU. Ese final elevó una serie brillante a la categoría de perfección.
Seguiremos esperando que una serie sea capaz de cerrar una historia como lo hizo SFU o que el Sr. Ball vuelva a sorprendernos con una creación tan lúgubremente hermosa como esta.