Como decía otro usuario, esta es la clásica película que uno debe ver dejando su espíritu crítico cinéfilo de lado para disponerse a pasar un rato divertido sin ninguna otra clase de pretensiones. Una vez acabado el visionado de la película, esta debe ser juzgada en función de lo entretenido que hayas estado o lo mucho o poco que te hayas reído. Creo que analizar “Mis apetitosos vecinos” desde esta perspectiva es la única manera posible de sacar alguna que otra conclusión positiva.

Se trata de una comedia de zombis. Ni más ni menos. Nada de terror. Únicamente situaciones ridículas y bochornosas con los zombis como gancho principal y rivalizando con el pequeño grupo de protagonistas no infectados (nunca más volveré a comer hamburguesas).

Como decía, la película se reduce a una serie de escenas totalmente paródicas hasta que llega a su fin. Unas son más afortunadas que otras, es cierto. Pero aún así considero que uno no tiene mal sabor de boca una vez acaba la cinta. Eso sí, para no tenerlo es básico e imprescindible tomarse la película de la manera que he comentado en el primer párrafo. En caso contrario lo difícil no va ser que la película te guste sino que llegues a verla en su totalidad.

LO MEJOR: La escena de la conversación entre padre e hija con los zombis “molestando” (tramo final de la película).

LO PEOR: No puede ser tomada en serio, ni siquiera un minuto; Billy Zane apuntaba un pelín más alto de lo que refleja su carrera.