El milagro de P. Tinto es una película-grotesco admirable, un buen cuento para los adultos.
Sin falta, es un poco loco, pero por cierto, es muy buena y una de las comedias más tronchantes. Tengo que notar especialmente el excelente trabajo del operador: la visión insólita de las cosas simples da alimento a la imaginación, el ritmo rápido de las escenas - en combinación con los paisajes hermosos, y simplemente – está muy bien rodada. ¡Por la línea separada tiene que notar el acompañamiento musical – puede pasar por las picas de Flandes!

Es una comedia superrealista anacrónica de la farsa, "excesiva" y más parecida al show brillante de los héroes de las páginas lustrosas del cómic. La narración simbólica tiene varios signos, fuera del tiempo y del espacio, fuera del estatus y la ciudadanía, balancea entre el ecléctico internacional, la parodia fina a Hollywood (irónica y no del todo mala), la sátira social, y conserva además el colorido brillante nacional.

¡A pesar del absurdo completo y el caos total, la trama se alinea precisamente en una línea bien trazada desde el principio y hasta el fin, sin subordinarse a ninguna de las reglas de la lógica.

Es una película buena, conveniente para la presentación en cualquier momento, especialmente para levantar del humor. En este celuloide reside un encanto especial. Es necesario tener un don específico - tan simplemente hablar sobre las cosas serias: las religiones, el amor, los valores humanos, las relaciones entre las personas, sus deseos, los sentimientos.

Lo que es especialmente importante es que el héroe principal hace todo con el amor y tiene un buen corazón sensible, él es puro e ingenuo en exceso, pero puede ser, precisamente por eso en la vida de su familia hay constantemente unos milagros… milagros de P. Tinto.

Recomendable. Imprescindible.