A me ha parecido una historia intensa y bien contada, con drive y mucha fuerza, y todo ello en un contexto histórico complejo. De hecho la película es ante todo un drama personal duro y muy aliñado con escenas crudas, las cuales son mostradas así, pero sin entretenerse ni recrearse en las crudezas y crueldades. También se observa una determinada tendencia política, de tipo izquierdista, a mi entender tolerable, por no ser manipuladora ni panfletaria.
¿Maniquea?, posiblemente si, pero repartiendo “las flores” a las tres partes implicadas donde todas son autoras y víctimas de actos violentos y de crueldades. No debemos ignorar que la revolución irlandesa, equiparable a una guerra civil, fue ciertamente dura, cruda y agria. La historia es como es y no como nos gustaría que fuera. En cualquier caso, al margen del ideario político, la película implícitamente y muy sutilmente clama contra la violencia.
No apta para quienes solo se interesan por el cine de evasión