Reconozcamos que había expectativas con la nueva versión de la novela de Hugo, no muy altas pero las había. Tom Hooper sabía lo que hacía: elaborar un nuevo musical supondría llenar las estanterías de su salón de Oscars, Baftas y demás y poder así tener crédito suficiente con futuras películas. Tras "King's Speech", Hooper ceba y satura al público con demasiado primer plano, miradas al tendido, mucha lágrima y poco, escasísimo diálogo. Con excepción de unas privilegiadas, no hay escenas musicales en conjunto perfectamente elaboradas que tanto cautivaba antes el cine musical. Nada de pausas entre canción y canción, nada de diálogo entre los personajes para poder al menos descansar y prepararte para un nuevo tema. Es un musical, sí, no hay duda, pero es el primer musical que veo que me parece tan denso como si viese una película de 4 horas.

Reparto: Hathaway sale apenas 20 minutos, y conociendo a la Academia se llevará el gordo; Jackman no está nada mal pero posiblemente no tenga nada que hacer con Day-Lewis; Crowe ha sido el peor, con una voz nada atractiva y poco sentimental; Bonham Carter ¡psé! totalmente innecesaria y su primo Baron Cohen 3/4 de lo mismo (tengo que decir que su canción es la más elaborada); de las Cosette's solo salvo la versión niña porque la adolescente no es nada carismática.

La película, que cierra un año 2012 terriblemente malo cinematográficamente hablando, cuenta con una notable fotografía y unos primeros 60' muy interesantes.
Apruebo la película pero no es la maravilla de la que tanta gente habla.