Esto hay que verlo para creerlo. Conocía la existencia de esta saga de películas pero nunca me había puesto a verlas. Pues, una vez vista una de ellas puedo decir que es de las cosas más locas y bizarras que he visto. Esto tiene acción, terror, humor, ciencia ficción y por supuesto lucha libre.

El Santo es un personaje que sabe de todo. En su primera escena ya se ve que estamos ante un auténtico héroe. El tipo combina su máscara de lucha libre con traje, todo un galán. Nada más aparecer sale diciendo que ha inventado una máquina que puede hacer viajar a las personas al pasado con el problema de que las desintegra, lo que la hace un poco peligrosa. Como si de Josef Mengele se tratara, el tipo busca a alguien para probarla, pero cuando sus compañeros se ofrecen voluntarios pone todas las pegas habidas y por haber. Vamos que el Santo busca a un desconocido para probar su loca máquina. Al final, una amiga suya se ofrece voluntaria y acaba aceptando.

A partir de aquí pasamos de la ciencias ficción al terror más puro. Nos espera media hora de Drácula en la que no aparece el Santo en ningún momento.

Después de esta parte tan terrorífica, por fin se mete el Santo a dar guantazos entre los horribles chistes de su amigo. Incluso meten un combate de lucha libre absurdamente largo.

Tampoco me voy a liar mucho más con la crítica. Es muy graciosa de ver. Por lo rarísimo de su concepto merece la pena verse al menos una. Quitando la diversión que puedes tener a costa de ella, o puedes rascar nada más. El guión, las actuaciones, las peleas y el humor sin muy malos. No me vale la excusa de que es cine muy antiguo o que es cine mexicano. En esa época, y en concreto en México, se hacía buen cine. Esto es cutre y malo porque sí, pero ahí es donde radica su encanto.

Le doy un 6 porque me ha parecido cuanto menos interesante.