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Estados Unidos Estados Unidos · 544 Camp Street. New Orleans
Voto de Jinete nocturno:
6
Drama Nina (Natalie Portman), una brillante bailarina que forma parte de una compañía de ballet de Nueva York, vive completamente absorbida por la danza. La presión de su controladora madre (Barbara Hershey), la rivalidad con su compañera Lily (Mila Kunis) y las exigencias del severo director (Vincent Cassel) se irán incrementando a medida que se acerca el día del estreno. Esta tensión provoca en Nina un agotamiento nervioso y una confusión ... [+]
3 de marzo de 2011
18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está visto que el mundo, además de en un sinnúmero de otras absurdas categorías, se divide entre los que admiran a Aronofsky y quienes lo detestan. Pues bien, seamos claros: el que suscribe pertenece, más bien, a los segundos; todavía recuerdo con escalofríos aquel no tan lejano momento en el que, engañado por un torrente de buenas críticas, vi ese pestilente y falsario ejercicio de sensacionalismo barato, puro y vulgar efectismo, llamado ‘Requiem por un sueño”. Y desde entonces, cada vez que me he topado con su cine, por desgracia, he rememorado las mismas desagradables sensaciones (aunque no tan extremadas, desde luego): el mismo gusto por el morbo, la misma torpeza narrativa… Incluso el mismo puñetero (molón-que-te-cagas) plano consistente en pegar la cámara a la cara del protagonista y hacerla tembar como si el operador tuviera epilepsia –por supuesto, los entusiastas hablarán de “estilo personal”-.

Y sin embargo, debe ser verdad que el hombre debe ser el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra(o tres… o cuatro), porque… en efecto: dejándome arrastrar de nuevo por la buenas críticas (y por la cuasi-celestial presencia de Natalie Portman), he decidido darle otra oportunidad a este terrorista de la dirección para toparme, nuevamente, con otra dosis de amarga decepción.

Diré que esta no es la única película que trata de mostrarnos el descenso a los infiernos de la locura de alguno de sus personajes, pero, probablemente, sí es una de las más fallidas. Infinitamente superiores , tanto en formas como en fondo, y también con la locura, la culpa y el deseo por leifmotif, son ‘Eraserhed’ o ‘Carretera perdida’ de David Lynch –estas sí “obras maestras”-, o, a otra escala, ‘El síndrome de Stendhal’ (Argento), ‘La escalera de Jacob’ (Lyne) o la mítica 'Videodrome'; películas de las que Aronofsky parece haber tratado de copiar con el mayor descaro algunos de sus más celebrados recursos visuales o narrativos pero sin acercarse ni por asomo a su fuerza visual, su originalidad, su capacidad perturbadora o su poesía. Y es que su absoluta falta de sutileza y de medida, la torpeza narrativa de la que hace gala (al cuarto de hora de metraje resulta evidente que sólo existen dos -y sólo dos- finales posibles) y su completa incapacidad para hacer que sintamos empatía por su desdichada protagonista, convierten ‘Cisne Negro’ en una tediosa sucesión de deshilachadas escenas “megaimpactantes” -entre el pseudogore , el soft porn y el surrealismo "low cost"- a fin de rellenar sus casi dos horas de metraje.

En efecto, he optado por ponerle un seis. A saber: cuatro puntos por Natalie Portman (no repetiré, por no volver a lugares comunes, los elogios que ha merecido su interpretación) y dos por la música Tchaikovski, tan “nueva” como cuando se compuso. El resto, hasta el seis, puntúa la labor de dirección.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jinete nocturno
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