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Voto de Kyrios:
5
Drama Relato de las andanzas de un famoso delincuente juvenil de Barcelona. Juan José Moreno Cuenca, alias "El vaquilla", es abandonado por su familia nada más nacer. La madre no tarda en encontrar otro hombre y el niño debe buscarse la vida por sí solo. Esta es la historia de este conocido delincuente, que pasó la mayor parte de su vida encerrado. (FILMAFFINITY)
18 de marzo de 2015
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Juan José Moreno Cuenca fue uno de aquellos delincuentes que llegó a hacerse realmente popular en el imaginario de los españoles de la segunda mitad de siglo pasado, incluso llegando su nombre a la terminología para denominar delincuentes comunes (Vaquillas, así se llamaba a los delincuentes precoces, pues precisamente Juan José Moreno Cuenca se hizo célebre por empezar de niño a realizar todo tipo de delitos). Lo cierto es que el director español José Antonio de la Loma ayudó a acrecentar su fama, cuando en el 1985 dirigió una película basada en su vida: Yo, el vaquilla (Yo, el vaquilla, 1985).

La película se adentra en el subgénero quinqui, que en los años ochenta estaba más en boga que nunca. El propio director, José Antonio de la Loma, resultó ser un director bastante fructífero en el terreno, con películas como la citada o el tríptico que realizó conocido como Perros Callejeros (dirigidas entre 1977, 1979 y 1980). A pesar de que en un primer vistazo, todas las películas de cine quinqui nos puedan parecer iguales, en realidad guardan algunas diferencias. En Yo, el vaquilla, estas quedan bastante evidentes.

A diferencia de los filmes politizados de Eloy de la Iglesia, la película de José Antonio de la Loma es una película declaradamente moralista. Mediante la historia del protagonista y su evolución, el filme trata de presentar al espectador una historia que debe servir como lección, mostrando la amoralidad de unos hechos que no deben repetirse (el filme se contradice en el tono moralizante y la búsqueda de ciertas imágenes morbosas que dan audiencia) . La película de hecho cuenta con el propio Juan José Moreno Cuenca, quien es parte de la voz en off que narra los hechos más importantes del filme, a la vez que vemos un metraje en paralelo a la ficción que nos presenta una entrevista[1] con el citado personaje, en la cárcel. Es decir, Yo, el vaquilla es una reconstrucción de los hechos, que se acerca en muchas ocasiones al cine documental.

De hecho, la estructura de la película opta por la construcción biográfica más arquetípica. Para que el espectador pueda aceptar que nuestro personaje cae en la delincuencia, el filme introduce el hecho de la familia desestructurada, que resulta un subrayado de enormes proporciones y más tal y como lo hace el filme (la madre del personaje que es detenida por hurto y como le espeta a su hijo que nunca caiga en los mismos errores). Los subrayados serán una constante en adelante de estas primeras escenas de la película.

El filme se centra prácticamente en una estructura repetitiva, que no deja espacio para la imaginación. En la primera parte del filme vemos al personaje principal recibiendo una educación paupérrima, que es la desencadenante de que acabe en la delincuencia, por lo menos así es como trata de enfocar la película José Antonio de la Loma. En la segunda parte, una vez nuestro joven ya está inmerso en la delincuencia, el filme avanza mostrándonos los constantes atracos y robos que perpetúan el Vaquilla y su banda. No tiene demasiado misterio el filme, y la redundancia se convierte en nota habitual. En la tercera parte del filme tenemos la decadencia, que viene a consecuencia de los numerosos golpes que están efectuando sin control y la reclusión de nuestro protagonista en diversos centros de menores, de los que por cierto consigue escapar con una facilidad estúpida (de hecho, hay un momento en que el protagonista escapa del centro en el que es recluido en un par de minutos).

La interpretación de todos y cada unos de los actores resulta totalmente dantesca. Es seguramente uno de los casos más sangrantes que se han visto nunca en el cine español. Y es que una cosa es que la película deje claro que nos encontramos ante una ficción reconstruida, y otra muy clara que los actores repitan monótonamente las frases, como si las estuvieran leyendo, casi a punta de pistola. En este sentido, Yo, el vaquilla es una de las películas más vergonzantes que existen en cuanto a interpretación se refiere.

La banda sonora es totalmente típica dentro de estas películas de cine quinqui. Repleta de temas del grupo popular Los Chichos, la banda sonora hace hincapié en el mundo folclórico que rodea a nuestros protagonistas así como su familia (recordemos el ambiente gitano en el que se cría, y que tanta presencia tiene en el filme). Apenas consigue una cierta profundidad la música, pues se queda en la utilización más epidérmica de la banda sonora (más como seña distintiva que como herramienta para documentar o cartografiar el ambiente en que se desarrolla la historia).

[1] El Entrevistador que habla con Juan José Moreno Cuenca es Xavier Vinader, célebre periodista que tuvo conflictos con la justicia, siendo acusado de inducción de asesinato al publicar unos informes en los que revelaba el nombre de miembros de Ultraderecha en el país vasco, que fueron luego asesinados por la banda terrorista ETA.

https://neokunst.wordpress.com/2015/03/18/yo-el-vaquilla-1985/
Kyrios
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