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Voto de Kyrios:
5
Acción. Aventuras. Drama Un joven piloto es despedido de la fuerza aérea militar después de desobedecer una orden absurda. Consigue un trabajo como copiloto en una aerolínea civil. Al ser excesivamente honesto y directo, no tiene una excelente relación con sus nuevos compañeros. Durante un vuelo a Asia, su tripulación recibe un mensaje de socorro desde una isla volcánica y toman una decisión para intentar una misión de rescate. (FILMAFFINITY)
3 de julio de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ekipazh (Rescate suicida, 2016) es una de las películas rusas de nueva hornada que pretenden competir en espectacularidad con el cine de Hollywood. Aún con esas, la película tiene sus raíces en el cine soviético, más en concreto en la mítica Ekipazh (Aeropuerto en llamas, 1980), puesto que en realidad nos encontramos ante un remake. La original fue una de las películas míticas de la cinematografía soviética, que intentaba emular el cine de catástrofes americano de los años ochenta. La obra rusa se trata de una superproducción que consta con dos actores muy populares, como Danila Kozlovsky y Vladimir Mashkov y que en Rusia tuvo una buena acogida en taquilla, consiguiendo reunir más de cinco millones de espectadores. La película fue la segunda después de Stalingrado (Stalingrado, 2013) en ser rodada en formato IMAX.

El problema principal que tiene la obra es ciertamente paradójico. Y es que el director de la obra, Nikolay Lebedev, se toma muy en serio su propia obra. Tanto, que dedica gran parte del metraje a intentar construir sus personajes, a pesar de que lo hace de manera tópica. En una película de estas características, si el guión no es capaz de hacernos empatizar con los personajes, lo mejor que se puede hacer es ir al grano, y sin embargo, en Rescate Suicida nos encontramos con que la primera parte del metraje es totalmente sobrante. De hecho, no es hasta ya pasad la mitad de la película cuando el pastel se desvela. Hasta entonces, tenemos que aguantar escenas que intentan desarrollar triángulos amorosos de manera estrepitosa, y que resultan frustrantes por su planitud.

El guión nos presenta la historia arquetípica de superación, que tantas veces hemos visto en la cinematografía americana, sólo que en esta ocasión todas las marcas son rusas (ahí anda la compañía aérea Aeroflot, para mayor gloria). El protagonista principal es interpretado por Danila Kozlovsky, quien es presentado en un inteligente e inesperado prólogo y que nos define a nuestro personaje como un tipo que tiene talento pero a la vez es honrado a más no poder, puesto que para aligerar carga del avión decide escoger entre los jeeps del jefe antes que unos juguetes que van a un orfanato (obviamente es despedido por ello). Desafortunadamente, después de este prólogo la película cae ante los tópicos más absurdos, mientras el personaje de Kozlovsky se adapta a la nueva aerolínea en la que ha conseguido trabajo mediante el enchufe de su padre. Antes de que lo importante realmente haga aparición (el estallido de un volcán), nos encontraremos con una multitud de metraje que solamente funciona cuando los dos protagonistas comparten plano.

Kozlovsky, el guaperas con más gancho comercial de cara al cine, no es un mal actor, pero no puede competir con el actor que interpreta a su nuevo jefe, Vladimir Mashkov. A pesar de que el personaje que le dan no tiene tampoco una gran profundidad, Mashkov se hace con él, dándole un toque único y que hace que sintamos empatía con él e incluso con su situación familiar, puesto que a pesar de ser un tipo duro, tiene un hijo adolescente con el que apenas tiene una relación.

Pero el pacto de ficcionalidad se acaba rompiendo en el momento en que la película presenta retos totalmente alejados de la realidad. Puedo pasar las escenas con lava, con el aeropuerto siendo derribado por los sismos y los efectos del volcán, e incluso las piruetas con los aviones pasan con más o menos normalidad. Pero lo que resulta intragable es uno de los momentos cercanos hacia el final de la película, donde vemos como los pasajeros de uno de los aviones pasan a otro mediante una cuerda…Absolutamente absurdo, y que saca por fuerza al espectador, de lo que hasta ahora estaba siendo una película fácilmente digerible.

En definitiva, la película es un entretenimiento palomitero que no desentona si hablamos de aspectos técnicos. La factura podría pasar por cualquier película americana de catástrofes, lo que tampoco es decir mucho, porque la película comete algunos de los fallos típicos de estas obras. Los dos pilares de la película: Los actores y la factura técnica, hacen malabarismos con sus defectos, un desarrollo emocional fallido y algunos defectos inherentes del género.

https://wordpress.com/post/neokunst.wordpress.com/8347
Kyrios
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