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Voto de Kyrios:
2
Terror. Comedia. Thriller Una nueva máquina de matar invita a un equipo de cine a grabarle mientras planea meticulosamente su próximo festín carnicero. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Behind The mask: The Rise of Leslie Vernon (Detrás de la máscara: el encumbramiento de Leslie Vernon, 2006) filme dirigido por Scott Glosserman, habría tenido bastante gracia de haberse realizado diez años antes, exactamente cuando se estrenó la popular y exitosa Scream (Scream. Vigila quien llama, 1996) de Wes Craven, película de la que bebe y que fundamenta mucho antes que la obra de Glosserman el mismo tema: La referencia postmoderna, así como la deconstrucción de un género, el slasher.

Ya la primera secuencia resulta significativa, con un homenaje que sienta las bases de la película, tomando como real los asesinatos que tienen lugar en las películas que fundamentaron el subgénero como Halloween (La noche de Halloween, 1978), Nightmare on Elm Street (Pesadilla en Elm Street, 1984) y Friday the 13th (Viernes 13, 1980). La realidad y la ficción se mezclan continuamente en la película, en una mezcla de texturas que sin embargo nunca se acaba de coordinar adecuadamente, solapándose una con la otra.

Detrás de la máscara es una obra que trata de parodiar los clichés del subgénero slasher, mediante un falso documental (realmente falso, no hay nada de credibilidad en él, aunque en honor de la verdad nunca es la intención del guión dotar de verosimilitud a la película) que sigue los pasos de Leslie Vernon, un asesino psicópata en ciernes que decide avisar a unos cineastas para que rueden todo el proceso sangriento que va desencadenar en breves. Evidentemente el falso documental no se toma nunca demasiado en serio, porque como ya podemos comprobar, el argumento recoge la autoconsciencia y la ironía propias del posmodernismo. Así pues, el personaje que interpreta Nathan Baesel (el psicópata) contará paso a paso los asesinatos que va a realizar.

El problema, en referencia a la inteligente película de Craven (con un magnífico guión de Kevin Williamson) es que si una película era realmente más sutil y humilde, en Detrás de la máscara nos encontramos con un tono pretencioso y donde la sutilidad ha quedado desparramada en pos de un humor socarrón y tonto. En resumidas cuentas, detrás de la máscara es una película decididamente fallida. Apenas encontramos inteligencia detrás de los gestos de excitación del supuesto miembro de rodaje, y las referencias cinéfilas aparecen lanzadas a la cara del espectador.

La película no era muy difícil de hacer. Los clichés y tópicos del slasher son fáciles de seguir, por tratarse un subgénero que contiene unas señas muy sintomáticas y fáciles de reconocer. Lo que desarrolla la película es el seguimiento de las andanzas del criminal mediante los pasos lógicos y habituales del psychokiller. Es decir, primero el aviso, el primer asesinato, la matanza final…En todo momento la película trata de parodiar los clichés, que son diversos y variados, como la final Girl (vocablo que aparece en los diálogos de la película), término que definió la crítica Carol J. Clover, aquella muchacha, mayoritariamente virginal que es el objetivo primordial del asesino. También encontramos un psiquiatra, interpretado por una estrella del cine Slasher, Robert Englund (el mítico actor que interpretó a Freddy Krueger en Pesadilla en Elm Street) que es en realidad un claro homenaje al psiquiatra que encontrábamos en la Noche de Halloween, por otra parte, personaje totalmente desaprovechado en detrás de la máscara, lo que tratándose de Englund, es una lástima.

No hay chispa ni inteligencia en la película de Glosserman. El proceso de creación, que viaja por los puntos comunes se hace de una manera artificial y la elaboración artística que encontrábamos en Scream ha desaparecido por completo. Poco ayuda la puesta en escena, que trata de recrear un documental, y que falla estrepitosamente en los momentos clímax de la película, como las secuencias recreadas de la auténtica película slasher que están rodando los protagonistas.

Los aspectos técnicos resultan igualmente desastrosos. La fotografía carece de cualquier interés y dota a la película de una simpleza excesiva. De igual manera podríamos hablar de los intérpretes de la película, totalmente amateurs y con un mínimo de carisma en sus actuaciones. Lo único destacable: La aparición de Robert Englund, los padres psicópatas del asesino (contando sus batallitas de ancianos asesinos), alguna escena contada del personaje principal (el asesino) y el final con la canción de Psycho Killer de los Talking Heads.

http://neokunst.wordpress.com/2014/06/09/detras-de-la-mascara-el-encumbramiento-de-leslie-vernon-2006/
Kyrios
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