Hay varios directores con los cuales me he encontrado a lo largo de mi vida que no sabría como definir para el resto de la gente. Para mi es un aspecto que tengo bastante claro, a mi me encanta el cine de Almodóvar, para otros les ocurre lo mismo que con Tarantino, los hermanos Cohen, Tim Burton etc, o te encanta su cine o te parece ridículo.

También existe ese grupo de personas que no soportan el cine español, que jamás entenderé, simplemente por ser producto nacional según ellos, no vale la pena. Que equivocado están por favor. Almodóvar se ve que vivió profundamente la movida madrileña y navegó por esos suburbios y esos mundos subterráneos de los que a mamado su imaginación y su talento. De ahí que nos encontremos muy a menudo con gente muy rara y excéntrica, con unas pintas que te echan para atrás, con mucho personaje con pluma, y una determinada condición sexual, que a mi me da igual sinceramente, pero que a veces condiciona la historia. Si el personaje del Ignacio Original no hubiese sido homosexual, sería una historia muy diferente.

Lo mejor de todo es la historia, de eso no existe la menor duda. Pedro tiene un talento innato de cuenta cuentos, te atrapan sus historias desde el principio, porque te presenta los hechos, los personajes y como caminan unos de puntillas sobre el argumento y otros en profundidad. Y luego siempre, siempre, siempre te da un giro al guión y te sorprende indudablemente con algún suceso, algún personaje o algo similar. Es su seña de identidad.

La mala educación hace hincapié en esa etapa de la cual se habla de puntillas en las casas y es el hecho de chavales que han sido abusados sexualmente en un lugar donde fueron entregados por sus padres con total confianza y ese hecho les marca para el resto de sus vidas. Lo que pudieron ser y en lo que se convierten finalmente. Pues Ignacio y Enrique son dos chavales que coinciden en un colegio de curas, que conviven con estos y donde uno de ellos se convierte en el favorito del director, creando esto una relación atípica con ambos chavales, los cuales se separan y se vuelven a reencontrar con el paso de los años y es en ese momento donde vuelven a florecer los recuerdos del pasado.

Mención aparte las grandísimas actuaciones de Gael García, Fele Martínez y un soberbio Javier Cámara el poco rato que sale en pantalla. Muy recomendable.